Las pequeñísimas flores de anís son muy apreciadas en licorería, pefumería y farmacia, por sus virtudes y su aroma es conocido desde hace milenios.
En el plano físico , el fruto del anís es recomendado para la eliminación de gases y flatulencia, es muy común darle a los bebés agua en su biberón para esta función. Además tiene las propiedades de favorecer la digestión, eliminar acidez y mareos, diurético y elimina parásitos intestinales.
Masticar sus frutos, después de las comidas se utiliza para mejorar y combatir el mal aliento.
Plano psíquico:
La infusión de sus frutos en tizana, relaja y nos permite calmar los nervios.
Dulcifica el carácter, inclina a la generosidad y los buenos sentimientos. Permite la relajación y distiende los malos humores.
Aroma del perfume de anís:
En el plano físico estimula las vías respiratorias y la actividad pulmonar.
Antiséptico, expectorante. actúa en general, a nivel del aparato digestivo.Su aroma además, es usado para favorecer la lactancia y promover los lazos madre-bebé.
Plano psíquico: estimulante de la solidaridad, ayuda a mejorar las relaciones de hermandad, evita las confrontaciones y ayuda a tranquilizar ambientes.
Aspectos mágicos del anís
El anís promueve la solidaridad y las relaciones de hermandad. Abre las puertas a dimensiones más elevadas libres de posesiones y egoísmo.
En este sentido, un ramito de anís es aconsejable incluír en rituales que queramos tratar con personas de carácter difícil, de poca elevación de conciencia. Si asistimos por ej. a una entrevista con gente que es muy arraigada a este plano material, es bueno llevar con nosotros un ramito o flor (es) de anís en nuestros enseres ; de por si su presencia, mejorará el ánimo y disposición de quienes nos rodeen.
Bajo la almohada colocar un ramito de flor(es) de anís, favorece el sueño y nos libra de pesadillas.