El sexo es una de las practicas de mayor atracción y generación de placer para el ser humano. Pero, muchas veces las relaciones sexuales pueden tornarse como la peor pesadilla al experimentar intenso dolor y en casos más graves, la perdida de sensibilidad. Quién es el responsable de esta situación?
La práctica de relaciones sexuales siempre ha sido el sueño hecho realidad tanto de hombres como de mujeres y muchas veces no se establece diferencia física alguna entre hacer el amor o tener sexo, porque el resultado será el mismo: placer extremo.
Pero que sucede cuando por razones a veces conocidas o a veces sin conocer, esa sensación “deliciosa” se va transformando en un efecto algo lastimoso?
Es en este momento, en que la práctica de relaciones pueden generar temor y perdida de agrado e interés en actividades de este tipo, y aunque en la mayoría de los casos no son frecuentes, pueden presentarse intermitentemente, a lo largo de toda la vida, dependiendo de las causas, las posiciones y si la sexualidad es activa o pasiva. Dentro de las consecuencias más importantes, están la perdida de sensibilidad o anorgasmia o el vaginismo, y hay que resaltarlas, ya que el género más afectado con esta patología, es el femenino.
Que es la dispareunia?
Las relaciones sexuales dolorosas, son también conocidas como dispareunia, y puede presentarse por diversas causas, durante o después de la relación. Generalmente afecta las zonas pélvicas e interviene en momentos específicos como la penetración, la erección en los hombres o la eyaculación para ambas personas. También cuando el acto sexual ha terminado y los genitales quedan muy sensibles. Las sensaciones más comunes son el ardor, picazón, quemaduras o impresión de cortadura.
Causas
Dentro de las causas biológicas pueden mencionarse alteraciones en los órganos del aparato reproductivo como las trompas de Falopio, los ovarios o la vagina, así mismo infecciones vaginales contraídas o adquiridas por falta de higiene, y finalmente, afectación por otras enfermedades como la diabetes.
Para las causas externas, podemos mencionar el empleo de cremas y métodos anticonceptivos o productos químicos como jabones en el baño o detergentes en el lavado de la ropa interior. Interfieren también la profundidad de la penetración o la suavidad o dureza con la que ésta se realice.
Con respecto a las causas psicológicas, encabezan la mala educación sexual y reproductiva, la ansiedad o los miedos reiterados ante una relación sexual por experiencias pasadas, lo que dificulta una adecuada lubricación y por consiguiente genera excesivo daño. La mujer presta la mayoría de su atención a que no se produzca un inconveniente.
Afección en el hombre
A pesar de que la mayoría de coitos dolorosos se presentan en las mujeres, que según estadísticas, abarca entre el 65 y 75%, también se puede presentar en el género masculino, aunque en un porcentaje muy bajo. Y esto puede derivar en la pérdida del deseo sexual, que resulta entre el 20% y 25% de los hombres.
La sintomatología es bastante similar, pues las causas más comunes son las infecciones o la inflamación de partes como el pene, los testículos o el prepucio. Ellos expresan que en la mayoría de los casos, el momento más incómodo en la eyaculación y de acuerdo a estudios, cerca de la mitad de los casos son provocados por indisposiciones psicológicas.
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