Para mejorar la autoestima primero hemos de ser conscientes que la tenemos baja, pues muchas personas gozan de una autoestima elevada y no necesitan aumentarla más, al revés, sería perjudicial que lo hicieran. En ese sentido hemos de distinguir las personas que precisan mejorar la autoestima de aquellas otras que ya la tienen alta. También hemos de distinguir la autoestima alta del orgullo. La autoestima es una línea continua, donde en el extremo inferior estarían aquellas personas que se sienten acomplejadas, se sientes inferiores a los demás, y en el extremo superior estarían las personas que han superado la autoestima alta y se acercan al orgullo excesivo, la prepotencia, la chulería, el sentirse superior a los demás. En ese extremo se encuentran las personas que explotan a los demás en beneficio propio, ya que solo tienen autoestima, es decir, sólo se quieren a sí mismos, como si ellos fueran los únicos en el mundo y como si su felicidad solo dependiera de que los demás les obedezcan y cumplan sus órdenes. En cierto sentido tambien se podría decir que su autoestima, de tanta que tienen ha explotado como un globo de gas, ha desaparecido, pues han dejado de respetarse a sí mismos y a los demás, han dejado de darse cuenta que pertenecen a un universo donde existen muchos seres, muchos microcosmos que como ellos tambien intentan ser felices, lo cual es imposible conseguir si no tenemos en cuenta los derechos de los demás: Mis derechos terminan donde empiezan los derechos del otro.
Síntomas de una autoestima positiva:
1.- El ser humano se siente feliz por el simple hecho de estar vivo.
2.- Es capaz de hablar de sus logros y de sus fracasos de forma franca y espontánea.
3.- Se siente cómodo cuando recibe halagos y muestras de afecto.
4.- Está abierto a la critica y reconoce sus errores de forma natural.
5.- Su forma de reaccionar es tranquila y espontánea.
6.- Está abierto a nuevas ideas, experiencias y posibilidades de la vida.
7.- Es capaz de sentir la vida con buen humor frente a sí mismo y a los demas.
8.- Muestra un comportamiento asertivo, manteniendo su opinión frente a la de los demás, sin ser beligerante, con respeto hacia ellos.
9- Mantiene una actitud de armonía y dignidad incluso en situaciones de estrés.
La autoestima se forma en la infancia, con el cariño y la aprobación adecuada de los padres. Ni demasiado cariño ni demasiado sobreprotección, pues ambos perjudican mucho a los niños en el crecimiento de su autoestima, y cuando lleguen a adultos verán que su conciencia interior, su sí mismo, no ha crecido, pues ha sido excesivamente cargado por una gran protección . Son los típicos padres que no dejan a sus hijos desempeñar algunas conductas porque temen que les ocurra algo, por temor a que les pase algo (se pierdan, se hieran, se golpeen), los niños crecen encerrados en una jaula de fuertes barrotes que les impide crecer como personas, como seres libres, como individuos con confianza en sí mismos. No pueden hacer casi nada, y cuando quieren hacer algo tienen que dirigirse a sus padres que les diran que NO, que no pueden salir a jugar con sus amigos, que no pueden ir en bicicleta por la plaza peatonal del pueblo, que no pueden bañarse en la piscina de su amigo, que no, que no. Esos barrotes de la jaula son psicológicos y los niños los tienen clavados en el alma, y crecen con esos miedos, con esas presiones paternas que les impide madurar como seres individuales. Unos padres sobreprotectores hacen mucho más daño a los niños que los padres autoritarios. Los padres autoritarios (no confundamos con maltratadores), apenas dan cariño a sus hijos, apenas se preocupan por ellos, son como los sargentos de la familia: imponen normas y éstas se tienen que cumplir, porque ellos las imponen y porque ellos mandan. No se puede cuestionar su autoridad. Nada es negociable, todo se tiene que acatar, si no, hay castigo. Aquí el niño se siente seguro en un ambiente rígido, contra el cual trata de luchar y de evadirse de él. El niño siente que su padre le reprime, le constriñe el alma y tratará por todos los medios de salir de esa cárcel. Es una cárcel objetiva, visible para el niño. Pero la jaula, la cárcel donde reside el niño con padres sobreprotectores no es visible, es invisible, el niño no la siente como cárcel, sino que piensa que sus padres son muy buenos porque se preocupan por él, y crece sumido en una inmadurez, en una limitación de movimientos que cuando crezca le pasaran factura. Por supuesto ni el padre excesivamente autoritario ni el padre sobreprotector , ni tampoco el permisivo, representan ningún modelo parental.
Tambien los niños que han sido ninguneados, tratados de forma invisible, como si no existieran y no contaran para nada, los niños que no han recibido caricias, besos, abrazos, ni muestras de cariño, los niños golpeados, no amados por sus padres, han sentido un gran sufrimiento, y ese sufrimiento les produce un gran malestar que será difícil de solucionar en la etapa adulta, al menos por sí mismos, aunque no imposible, con ayuda de una buena psicoterapia.
Cuando lleguen a adultos, esos niños, hijos de padres sobreprotectores, tendrán que realizar una misión necesaria en su vida, si quieren realizar cualquier tarea, cualquier profesión, cualquier relación social: MEJORAR LA AUTOESTIMA.
Para mejorar la autoestima no se necesita tener más posesiones. Para mejorar la autoestima no hay que ser más guapos Para mejorar la autoestima no hay que ser más jóvenes, más listos. No hay que ser más ricos, más famosos. Para mejorar la autoestima no se necesita tener más amigos. Indudablemente si tenemos todos esos aspectos satisfechos nos sentiremos mejor con nosotros mismos, o quizás no, depende de cómo tengamos la autoestima. La autoestima no tiene nada que ver con aspectos externos a la persona, sino con los aspectos internos, con nuestra confianza en nosotros mismos, con sentirnos bien con la vida, con respetarnos a nosotros mismos, con saber escucharnos a nosotros mismos, con saber lo que queremos, con conocer nuestros gustos e intereses, con saber estar solos sin sentirnos solos, con saber estar acompañados sin sentirnos minusvalorados o querernos esconder de los demás.
¿Qué podemos hacer para mejorar la autoestima?:
1.- Pensar que somos únicos en el universo, no hay dos seres iguales, y por tanto somos perfectos en nuestra imperfección.
2.- Somos fundamentales para el desarrollo del universo, ya que sin nosotros el universo no existe para nosotros, pues ese universo que vemos existe para nosotros gracias a nosotros mismos.
3.- Ante las dificultades de la vida, pensar que son normales, inherentes a ella. Esta vida no es un nido de rosas sin espinas, las rosas siempre tienen espinas, y asumir esas dificultades como propias de la vida nos da empuje para resolverlas.
4.- Para mejorar la autoestima hemos de sabernos escuchar y para ello hemos de aprender a reflexionar en silencio, a meditar, y escuchar a ese sí mismo, a ese centro interior que nos dice lo que quiere, lo que le gusta. Estar relajados para escuchar a ese yo interior que nos revele sus sueños, sus deseos, sus objetivos en la vida.
5.- Para mejorar la autoestima hemos de querernos a nosotros mismos, en la misma media que queremos a los demás. No nos hemos de querer más que a los demás pero tampoco menos que a los demás, ya lo dijo un maestro espiritual y un gran psicólogo: “Ama al prójimo como a ti mismo”, ni menos que a ti mismo porque tu prójimo es igual a ti, ni más que a ti mismo, ya que entonces dejas de respetarte a ti mismo. Las mujeres que aman demasiado a los demás, deben realizar cursos para mejorar la autoestima, donde en esos cursos se ven ejemplos cotidianos y prácticos tendentes a mejorar la autoestima, cada uno según su situación y responsabilidades.
6.- Para mejorar la autoestima hemos de pensar por nosotros mismos, no ser pensados por los demás. Los demás no nos tienen que dictar nuestros pensamientos y mucho menos nuestra conducta. No podemos ser juguetes de los demás, no dejar de hacer las cosas que nos gustan por temor a lo que piensen los demás, reprimir nuestros intereses porque mi madre no le gusta eso, o mi pareja no quiere que yo haga tal cosa. Hemos de ser respetuosos y comprensivos con los demás. No hay dos seres iguales y en ese sentido hemos de comprender que cada uno es de una manera y tendrá sus propios gustos e intereses, los cuales hemos de saber respetar y aceptar. “El qué dirán” es la camisa de fuerza de una autoestima sana, pues muchas veces nos limita nuestra conducta y nuestros deseos.
7.- Para mejorar la autoestima hemos de saber aceptar la soledad en determinados momentos o etapas de nuestra vida. Si bien somos seres sociales y nos necesitamos unos a otros para sobrevivir, hay momentos en que no podemos estar acompañados, y por tanto en esos momentos que estamos solos no tenemos que sentirnos abandonados. Para aumentar la autoestima hemos de ejercitarnos en la soledad, hemos de aprender a estar solos, hemos de aprender a basar nuestra vida en nuestro centro interior, y esto solo lo podremos hacer si hemos aprendido a estar solos, y a no depender de los demás. Está claro que nos necesitamos, que necesitamos el cariño de los demás, que necesitamos la comunicación con los demás, sobre todo con nuestros semejantes o con nuestra pareja, pero para aumentar la autoestima hemos debido aprender a estar solos, y cuando estemos solos, sentirnos bien con nosotros mismos. Podemos echar de menos a alguien, pero no por ello nos encontraremos mal, con angustia, con tensión, con miedos a la soledad.
8.- Para aumentar la autoestima hemos de realizar nuestros sueños, pero sin perder de vista nuestras responsabilidades, sin alejarnos de nuestra realidad. Saber encajar nuestros sueños con la realidad es lo que nos ayudará a aumentar la autoestima.
9.- Para aumentar la autoestima hemos de saber integrar nuestros valores, nuestras creencias con nuestra conducta, con nuestros hechos. Necesitamos principios que guíen nuestras vidas, esos principios, esas normas podrán ser más apropiados o menos, pero lo que es cierto es que los necesitamos. A veces esas normas contradicen la vida, entonces tendremos que saber cuestionarlas y alejarnos de ellas, ya que no nos ayudan para aumentar la autoestima, pues pueden ir en contra de nuestra vida y desarrollo humano.
10.- Para mejorar la autoestima hemos de tener autoaceptación. Ello no implica que no podamos mejorar, cambiar nuestro aspecto exterior, nuestras condiciones materiales, nuestra casa, nuestra ropa, nuestro coche, nuestro trabajo, para mejorarlos. Significa no estar en guerra contra nosotros mismos, por tanto aceptamos lo real sobre nosotros mismos, los hechos sobre nosotros y los respetamos, aunque si no nos gustan , podemos mejorarlos. En el caso de que no tengamos posible mejoría, significa que su cambio no depende de nosotros , por lo tanto debemos autoaceptarlos.
11.- Para mejorar la autoestima no hemos de someternos a situaciones indeseables o violentas para nosotros mismos o nuestro cuerpo. No hemos de dejarnos manipular, violentar, someter, explotar, menospreciar, etc. Para aumentar la autoestima hemos de saber decir no ante situaciones indeseables para nosotros.
12.- Para aumentar la autoestima hemos de soñar alto, sabiendo que los sueños siempre nos impulsan hacia delante. A veces los conseguiremos, otras veces no, pero lo importante es que los sueños aniden en nuestro corazón y como el motor de un coche nos impulsen hacia adelante, a pesar de los fracasos que inevitablemente encontraremos en el camino.
13. – En resumen, para aumentar la autoestima hemos de querernos, hemos de sentirnos bien con nosotros mismos, pues somos únicos y por tanto perfectos, incluso en nuestra imperfección. Hemos de ser egoístas, es decir, centrarnos en nuestro yo interior, ese centro interno que nos dice lo que está bien y lo que está mal para nosotros y para los demás, ese centro interior que nos dice lo que nos gusta y lo que no nos gusta, ese sí mismo que desarrollamos en nuestro centro de PSICOLOGIA INTEGRAL PARA TODOS, como primer área de estudio. Si no nos queremos a nosotros mismos no podremos querer a los demás, podremos ser dependientes de los demás, pero nuestro amor hacia ellos no existirá, pues estaremos incapacitados para amarles. El amor a nosotros mismos nos conecta con nuestro mundo interno y al mismo tiempo con el mundo que nos rodea, ya no hay separación entre nosotros y el mundo, pues el amor nos ha unido. Ya no podemos ir contra nosotros y tampoco iremos contra el mundo. La tranquilidad y la paz habitarán en nuestro corazón y los demás seres que nos rodean se sentirán bien con nosotros pues les contagiaremos la alegría, la paz, el amor y la felicidad de sentirnos bien con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.
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