Por: Dr. Ezequiel López Peralta
A diferencia de los hombres, que tenemos la posibilidad de alcanzar rápida y fácilmente el orgasmo en la mayoría de los casos, las mujeres tienen una tarea: aprender a conseguirlo. Si aún no has tenido tu primer orgasmo, o si deseas mejorar tu capacidadorgásmica, te recomiendo los siguientes ejercicios para realizar en soledad.
Ejercicios de Kegel
Consisten en contraer los músculos que rodean la entrada de la vagina. Estos músculos (entre otros) se contraen rítmicamente cuando la mujer alcanza el orgasmo. Los ejercicios son muy útiles para tonificarlos, comenzar a familiarizarse con el orgasmo y aumentar el registro de las sensaciones genitales.
Simplemente debes hacer el mismo movimiento que harías si quisieras cortar el chorro de orina… sentirás una contracción en la entrada de la vagina, y si te colocas un dedo te darás cuenta con mayor claridad. Recomiendo que te dediques algunas semanas con constancia a hacer el siguiente ejercicio: contraer y relajar treinta veces consecutivas los músculos en cuestión, y al hacer la contracción intenta mantenerla unos dos segundos. Descansa unos minutos y repite de nuevo dos veces más.
Inventario de fantasías
El ejercicio consiste en hacer una lista detallada de todos aquellos pensamientos eróticos (fantasías) que te producen algún grado de placer. Partes del cuerpo que te gusta mirar, palabras que te estimulan, poses amatorias, preparación del ambiente, masajes, besos, juegos de seducción, lugares, momentos, y por supuesto las características de la persona soñada.
Una vez que hayas anotado una por una estas fantasías, ordénalas de acuerdo a la excitación que sentías al pensar o realizar ese acto, de mayor a menor.
Una vez que tengas la jerarquía de fantasías organizada dedicarás unos diez minutos al día a pensar en una de ellas, comenzando por las que te resultan más intensas.
Autoestimulación corporal general
Se trata de tomarte un tiempo para aprender a reconocer algunas sensaciones corporales placenteras que en este caso no tienen su origen en la estimulación de los genitales. Asegúrate de que por un tiempo de al menos una hora estarás sola y nadie te va a interrumpir. Puedes primero tomarte una ducha o darte un baño de inmersión así preparas tu cuerpo para lo que sigue. En un ambiente de temperatura agradable, un poco de música y todo aquello que te produzca relajación y confort vas a comenzar a acariciar diferentes partes de tu cuerpo. Quizás te resulte extraño, en este caso puede facilitarte la tarea el hecho de utilizar cremas para el cuerpo o aceites (además hace que el tacto sea más placentero). Utilizando suavemente la punta de tus dedos, la palma de las manos o las uñas como si se tratara de una pluma, acaricia de manera lenta diferentes partes de tu cuerpo. No importas por donde comiences, lo interesante es que recorras toda tu geografía corporal. Si alguna zona te resulta particularmente placentera ante el tacto detente un poco más allí… si ocurre lo contrario entonces pasa de largo.
Autoexploración genital
Realiza una detallada y completa exploración de tus genitales, en cada una de sus zonas. Previamente vas a prepararte utilizando tus fantasías y relajando tu cuerpo. Es bueno utilizar alguna crema o lubricante íntimo para facilitar el deslizamiento de la mano. Una vez que identifiques con claridad cada una de las partes de tu anatomía genital externa, vas a estimularlas una por una y con diferentes tipos de caricias para darte cuenta de cuales son tus partes más sensibles y las mejores maneras de estimularlas.
En lo referente al orgasmo, el clítoris tiene un rol fundamental. Por lo tanto aprender a estimularlo es una tarea importantísima y cada mujer tiene sus preferencias particulares. Para quienes no están habituadas a manipularlo es mejor comenzar indirectamente, acariciando a sus costados o sobre el prepucio. Con la práctica las caricias generalmente se van tornando más directas y con un ritmo regular y relativamente rápido.
Una vez que te sientas cómoda con esta estimulación y vayas encontrando las caricias indicadas, utiliza los pensamientos eróticos que identificaste en el ejercicio de las fantasías para potenciar las sensaciones. Otro paso siguiente puede ser incrementar la intensidad erótica utilizando pequeños vibradores, utilizando las velocidades de vibración más bajas.