Los sueños son el combustible de los seres humanos.
Cuando nos falta esa chispa y entusiasmo que produce estar persiguiendo un sueño, es bien fácil caer presa de una actitud derrotista y de abatimiento.
No existe nada más poderoso para reactivar nuestra actitud y nuestro entusiasmo como volver a soñar.
Existe algo muy especial en el simple hecho de pasar de “dejarse llevar” por la vida a “diseñar” uno mismo su vida.
Una de las mejores inversiones que puedes hacer con tu tiempo es dedicar un buen rato a crear una lista de cuales son tus sueños y aspiraciones.
Desempolva tus sueños y conviértete en el diseñador de tu vida.
¿Qué haría que sintieses que tu vida ha sido bien invertida?
¿Qué sueños hacen que se despierte en ti la chispa del entusiasmo y la pasión?
Comienza a soñar en grande y “enciéndete” ante la posibilidad de transformar esos sueños en realidad.
Plasma esa lista de sueños por escrito y no caigas en el error de dejarlos simplemente en tu cabeza. Dejándolos allí, lo único que conseguirás es que conforme vayan apareciendo los obstáculos a lo largo del camino, tu mente vaya reduciendo el tamaño y la magnitud de tus sueños para ir llevándolos al tamaño de tu realidad actual. Y entonces se cae presa del conformismo.
Sin embargo, si están escritos, jamás podrás autoengañarte. Ahí tendrás bien claros cuales son tus verdaderos sueños y aspiraciones.
Lleva siempre esa lista contigo y léela con frecuencia. Esto le recordará a tu mente donde quieres llegar y te permitirá enfocar con claridad tus esfuerzos.
Y una vez tengas esa lista, entra de inmediato en el terreno de la acción. SOLO la acción produce resultados. SOLO a través de la acción harás realidad tus sueños. No te limites a soñar, ¡ACTUA!
Y con esa dinámica, el entusiasmo y la pasión serán las actitudes predominantes en tu vida. Porque cuando el “combustible” de los sueños no falta, es bien fácil mantener un buen ritmo en la vida.
¡SUEÑA EN GRANDE!
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