Existen muchas formas de relajarnos. Podemos realizar alguna técnica de relajación, centrarnos en la respiración o desconectar leyendo un libro o escuchando alguna música que nos guste.
Vivir en el ahora entonces, parece sencillo y todos los problemas se diluyen en la nada.
Estar en estado permanente de consciencia en el presente, es sin embargo algo que nos puede resultar más complicado.
Aunque como cuando llevamos la meditación a la vida cotidiana, abrir los ojos al ahora, requiere tan solo practica y una actitud activa y motivada.
Un ejercicio que te puede servir para estar en conexión con el aquí y ahora, es el siguiente:
Estando sentada, respira profundamente una vez y repite para ti la palabra Relax tres veces. Si te apetece mientras lo haces, mantén los ojos cerrados.
Ahora céntrate en tus pies. Siéntelos y hazte consciente de ellos.
Imagina que de las plantas salen unas pequeñas raíces, que crecen hasta entrar en contacto con el suelo.
Estas conectado a la tierra y sientes la energía que entra por tus pies y recorre todo tu cuerpo. Notas como una especie de calambre, camina rápidamente por tus pies, piernas, caderas, barriga, manos, brazos, pechos, hombros, cuello... Hasta llegar a la cabeza...
Respira profundamente una vez...
Estas muy relajado. Te sientes llena de vitalidad y de tranquilidad.
Imagina ahora como un pequeño orificio redondo se abre en tu coronilla. No sientes ningún dolor ni sensación desagradable... Al contrario, te sientes cómoda y con esa sensación de energía que te transmiten las raíces dentro de tu cuerpo. Es como un agradable cosquilleo, que te hace moverte de un lado a otro de forma casi imperceptible.
De tu cabeza sale la raíz dividida en múltiples ramas, ya que dentro de tu cuerpo se ha multiplicado mientras ascendía.
Te sientes muy relajado.
Esas raíces siguen creciendo ahora fuera de ti, y continúan ascendiendo hacia arriba, hacia el techo. Consiguen atravesar los obstáculos que encuentran, hasta que llegan al cielo y continúan más y más allá, hasta el universo oscuro lleno de puntos luminosos.
Estas conectada. Formas parte del aquí y ahora. Te sientes protegido y sabes que nada va a salir mal.
Tienes la convicción de que todo va a salir bien. De que todo esta bien.
Estas muy relajado...
Respira profundamente una vez y disfruta de la sacudida de plenitud que sientes.
Cuando estés preparado, continúa con tus tareas con esa sensación que ha formado parte de ti durante esos minutos.
Intenta continuar así cuanto más tiempo mejor.
Recuerda:
Disfruta del ahora.
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