Un ciempiés andaba muy contento.
Hasta que una rana divertida dijo:
¿Cuál pata sigue a cuál?
Y su mente quedó tan confundida,
que en la zanja se detuvo, distraído,
sin saber cómo volver a andar.
Saber lo que somos es muy importante; y aunque no lo logremos plenamente, es muy honesto no auto engañarnos y admitir lo que debe ser cambiado en nosotros.
Así no seremos confundidos cuando otros traten de cambiar negativamente nuestra manera de pensar.
Es bueno que aprendamos a determinar y hacer lo que decidimos.
Dichas convicciones procuran grandes triunfos en la vida de una persona.
Las "ranas” forman parte de la vida, así como también decidir si ellas nos causan daño o no.
Emmet Fox