Estas palabras, Conócete a ti mismo, están grabadas en el vestíbulo del Templo de Delfos dedicado al dios Apolo. La gente solicitaba el asesoramiento del oráculo de Delfos para no sobrepasar la línea fina que separaba las responsabilidades humanas y las responsabilidades de los dioses, eran otro tiempos. Filósofos a lo largo de los siglos han utilizado esta misma frase entre los cuales podemos destacar a Sócrates.
Sócrates utilizo este misma frase para instruir a sus alumnos, conócete a ti mismo, porque, como decía el maestro, una vez que te conozcas, podrás aprender a cuidar de ti, pero si no te conoces, nunca lo harás. Era una manera de que la gente se librase de sus creencias limitantes.
Este cuidado de ti mism@ no se refiere al cuerpo, sino a la mente, pues es ésta la que utiliza y gestiona a todo el cuerpo. Y el cuidador es tu esencia, tu alma (entendida sobre todo como “razón”) que debe ser quien te dirija y regule.
También el conocerse a ti mismo implica también tener autogestión o disciplina, pues no puedes cuidar de tu verdadero yo si estas sometido a los deseos y pasiones que proceden de tu naturaleza corporal.
Dicho de otra manera, si conocer algo es conocer que es y para qué sirve, el conocimiento de uno mismo parte de un descubrimiento básico de que tu YO REAL es tu alma o tu ser y que su función es gobernar, regir o gestionar asentado en la verdad.
Estas palabras son tan valiosas hoy como lo fueron hace muchos años atrás.
Parte de conocerse a sí mismo es la comprensión de tus creencias entre otras cosas, porque las creencias que tú tienes son tu verdad. La dificultad es que las creencias son inconscientes y muchas de ellas han sido aceptadas sin haber sido meditadas.
Estas creencias crean tu experiencia de la realidad y tu realidad es el lugar fértil de donde puedes crear todo lo que deseas.
¿Qué pasa si estas creencias están en oposición a lo que en realidad estás tratando de lograr?
¿Qué pasa si ya no te sirven? ¿No sería más útil eliminar estas creencias limitantes?
Mira a tu alrededor, observa tu realidad actual, cada vez que tienes un problema en algún área de tu vida que se está repitiendo, es ahí es donde tienes una creencia limitante. Esto no quiere decir que sólo porque tengas problemas tengas creencias limitantes sino que si estás queriendo conseguir algo y siempre aparece lo mismo que te lo impide entonces eso es una creencia limitante que vas a tener que gestionar para poder conseguir aquello que te estás proponiendo.
Cuando te das cuenta de eso evite la tentación de culpar a alguien por la inserción de esta creencia limitante en tu sistema de creencias, ya que cuando eres consciente de esto lo tendencia es fácilmente señalar con el dedo a tus padres, maestros, amigos, TV, etc… o incluso a ti mismo.
Buscar culpables no es productivo ni importante y da igual de donde venga esa creencia ni de porque está ahí. Lo verdaderamente interesante es darte cuenta que tú y sólo tú tienes la responsabilidad de cambiarla si quieres alcanzar lo que te has propuesto.
Identifica tus creencias limitantes y libéralas aprendiendo a aceptarlas como lo que son creencias y cambiarlas por otras que si te sirvan para lo que quiere conseguir.
Para hacer esto necesitas un cierto grado de auto-observación y a eso es a lo que se refiere la frase “Conócete a ti mismo”.
Conócete a ti mismo y cambia aquello que te está impidiendo vivir la vida que deseas vivir. ¿Qué tal si empiezas ahora mismo?
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