En nuestro organismo, se establecen diferentes tipos de energía y cada cual cumple una función completa y determinante, nosotros nos vamos a referir en concreto a la energía de vida, donde podemos encontrar dos energías concretas y que trabajan en armonía. El Ser humano una de esas energías la toma del Aire, la otra nos viene de la Tierra a través de los alimentos.
Los alimentos que tomamos, nuestro organismo lo convierte en energía vital para el buen funcionamiento de todos los componentes de nuestro cuerpo, si nuestros órganos están bien nutridos, conseguiremos el mejor rendimiento de ellos. Esta energía se encarga directamente de conseguir un perfecto estado de servicio, cuidando su constitución y su estado de prestación, todo ello encaminado al desarrollo y crecimiento del órgano en si mismo, además de todo lo que deba de aportar al cuerpo, para que todo esto se produzca, la energía debe estar en continuo y perfecto equilibrio y es entonces cuando su estado es bueno, en cuanto la energía se desequilibra el órgano se deteriora y comienza a no funcionar correctamente y produce un malestar en el organismo, como señal de alarma de que no está funcionando correctamente.
La energía que tomamos del aire, nos llega por medio de la respiración, esta energía entra u va directa a distribuirse por todos los meridianos y a través de ellos llega a todos los órganos y vísceras. Ésta es la que se encarga de que todo funcione de la forma que mentalmente se ha establecido, y esto se manifiesta con un cuerpo sano, optimista, alegre, feliz y en definitiva vivo. Como es fácil entender, todo esto se produce de esta manera, contando que este en perfecto equilibrio, porque en caso contrario no circularía bien por los meridianos y cuando llegara a los distintos elementos del cuerpo, estos no darían el resultado que necesitamos.
Generalmente, cada órgano o víscera está relacionado con un factor determinante, el cual se manifiesta cuando el desequilibrio energético se produce, de manera que.
El miedo está relacionado con el riñón.
La Ira está relacionada con el Hígado.
La alegría excesiva está relacionada con el corazón.
La preocupación y el exceso de pensamientos está relacionado con el bazo.
La tristeza está relacionada con el pulmón.
Estas emociones son solo la cabeza de un grupo más amplio de emociones, formando como se podría decir un grupo o una categoría.
El enojo, la irritabilidad, la agresividad, la furia, la cólera, la venganza, la indignación, etc. formaría parte del grupo o categoría de la Ira y lo mismo ocurre con las otras emociones que son la punta del grupo. Dicho esto es fácil entender lo que ocurre en nuestro organismo.
Cuando existe un desequilibrio energético, producido por un desorden emocional da el síntoma una idea de por dónde puede ir el desenlace, por ejemplo. Si el desorden emocional da ira, o alguno de los síntomas de su grupo ya podemos hacernos una idea del órgano al que le está afectando y lo mismo ocurriría con los otros. También ocurre de forma inversa, es decir, si por circunstancias que no viene al caso, una persona está constantemente con ira o alguno de sus derivados, puede ser debido a que el órgano en cuestión, en este caso el bazo, este en mal estado por un desequilibrio energético y que afecta en principio a su funcionalidad y que después le afectara en su conjunto a la otra energía. Generalmente en estos casos la responsabilidad seria de la nutrición.
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