La energía circula por todo el cuerpo, pero a veces se estanca y hace perder el equilibrio interno.
El estrés, las preocupaciones, son algunas de las causas que provocan el estancamiento.
Hay una práctica dispuesta para cambiar el estado mental, emocional y energéticode la persona, trabajando con los centros energéticos y el circuito nervioso del cuerpo.
Incluye el ejercicio consciente y el automasaje:
Ejercicio consciente necesita una relajación intensa, con la que recorrernos todo el cuerpo, tomando conocimiento de él, aumentando las sensaciones y reconociendo los procesos por los que pasamos en cada momento y durante la vida.
Automasaje es una gimnasia pasiva que estimula la circulación vital.
Esta práctica contempla a la persona como un todo, por lo tanto se tiene presente la unión entre cuerpo, mente y espíritu, para conseguir la armonía.
Para practicar esta disciplina, es importante como vivimos, esto es, cómo nos alimentamos, como descansamos y como respiramos.
Aprender a respirar es fundamental porque además de oxigenar todas las células, reactivamos nuestro campo energético ajustándolo.
Aprendemos una forma diferente de relacionarnos con nosotros mismos y con nuestro entorno, aprendiendo a manejar la energía.
De vez en cuando tenemos que reordenar la circulación energética a través de los canales correctos, recuperando emociones, sensaciones, sentimientos, etc. que fueron quedando olvidados con el tiempo y que nos ayudan a la hora de encontrar la felicidad y una forma más sencilla y personal de vivir .
Para ello debemos trabajar:
El examen de nuestro cuerpo a través del masaje.
Aprender a descubrir la energía
Saber donde se han formado nudos energéticos y deshacerlos
Aprender a respirar correctamente acompañando la relajación.
Trabajar la imaginación, que es un poder que activa el fluir.
Aprender a armonizar nuestra vida con el ritmo natural, así evitamos el envejecimiento precoz y la enfermedad.
Es importante saber que energéticamente seguimos siendo importantes a, pesar de la edad, recordando que las personas generamos energía hasta el día en que cambiamos de existencia y si hay cambios biológicos no tiene porque haberlos en la energía que siempre es productora. Se busca recuperar lo que hemos perdido y reactivar las hormonas para fortalecernos.
Hay tres nutrientes que pueden aportarnos la energía necesaria, son:
La vitamina C
El calcio
El hierro
Comer algo cada cierto tiempo es bueno para la salud, ya que mantiene el azúcar y los niveles de energía estables todo el día.
Para picar entre comidas, lo mejor es elegir alimentos con fibra, ya que estos entran al corriente sanguíneo de una forma suave y lenta, con lo que el flujo de energía es constante y dura más tiempo.
La mayoría de los fluidos corporales proceden del agua, inclusive la sangre. No beber suficiente líquido hace que el corazón tenga que esforzarse y eso nos cansa. El agua hace que los nutrientes circulen por nuestro cuerpo.
Nutrientes contra la fatiga
La jalea real, da vitalidad.
El Polen, es un tónico energético y revitalizador excepcional que aumenta la capacidad de trabajo y baja la tensión arterial.
Las vitaminas del grupo B, son protectoras frente la pereza. Se encuentra en: cereales integrales, levadura de cerveza, germen de trigo, ciruelas, melocotones y peras, maracuyá, pescados, carnes blancas, dátiles, frutos secos.
• Las proteínas estimulan la producción de neurotransmisores que intervienen en la sensación de bienestar.
• Los hidratos de carbono nos dan la energía necesaria para rendir todo el día, además de ser consumidos como energía para las actividades cerebrales.
Alimentos que no deben faltar: manzana, pan, leche, atún, salmón, bacalao, brócoli y semillas de lino.
La respiración
Es una de las fuentes de energía más importantes que tenemos, más importante incluso que la comida. Su función es energetizante, a través de la inspiración profunda y limpiadora o desintoxicante, a través de la expiración.
Controlando la respiración controlamos el cuerpo y la mente, pudiendo eliminar la ansiedad y disminuir la tensión.
Silenciar la mente
En la mente hay un agujero por donde perdemos energía. Los pensamientos negativos, autolimitantes, la crítica, la queja, el pesimismo, la desconfianza, los temores nos bloquean y retraen, frenando la libre circulación de la energía.
El cuerpo necesita descansar
No necesitamos a ningún profesional de la salud para que nos diga que el cuerpo necesita descansar después de cualquier esfuerzo, él nos habla a través de dolor, la rigidez y la disminución de la fuerza, diciéndonos que es hora de descansar.
La fatiga o cansancio es un aviso de que debemos detener nuestras actividades, si lo respetamos comienza el descanso para recuperar las energías gastadas, si no le hacemos caso, ésta se prolonga y viene el agotamiento, afectando la salud.
Quien está acostumbrado a tener y crear más energía, le será más fácil resistir los esfuerzos que exigen las tareas diarias. En cambio quien no sabe o no puede guardar energía caerá más pronto ante los ataques de situaciones que provocan un exceso de actividad.
JOSEP MASDEU BRUFAL