¿Cómo estás de ánimo?. Es habitual encontrarnos con algunas personas con un estado de ánimo débil, donde la tristeza y la falta de motivación parecen la tónica habitual.
Ante un problema de salud, laboral, familiar, de relaciones personales, … es fundamental condicionar y trabajar en el estado de nuestra mente para afrontar cualquier adversidad. La situación, en sí, siempre es una realidad, y es decisión y voluntad propia afrontarla de un modo u otro. El hecho en sí no cambia por abordarlo de una forma positiva o negativa, pero los resultados dependen mucho de ello, y de la actitud que empleemos.
Leía hace unos días un artículo en el que abordaba la importancia de la fortaleza mental, y cómo los pensamientos pueden incluso condicionar la salud. 3 amigos hicieron un experimento con un cuarto para analizar esta cuestión.
El primer amigo le preguntó al cuarto : ¿Qué te pasa?. Tienes mala cara. ¿Te encuentras bien?. Él respondió : No me pasa nada. Me encuentro bien.
Horas más tarde, el segundo amigo se encontró con el cuarto. Volvió a preguntarle : ¿Qué tal estás? ¿Es que no estás bien?. ¿Te pasa algo?. Éste, respondió : No sé qué me pasa. ¿Por qué lo dices?. Aquí, en la respuesta, ya vemos que empieza a aceptar la posibilidad de que le pase algo.
Unas horas después, el tercer amigo insistió en el asunto. ¿Te encuentras bien?. ¿Qué te pasa?. No tienes buena cara. En este caso, tras recibir en un mismo día, y con varias horas de diferencia comentarios negativos sobre su estado de salud, aceptó que efectivamente estaba enfermo, y respondió : No me encuentro bien.
En este estudio llegaban a la conclusión de que el pensamiento puede llegar a condicionar el estado mental de una persona, pudiendo llegar a hacer creer a una persona sana que está enferma.
Observemos así cómo los pensamientos pueden condicionar nuestro estado de ánimo. Quien piensa en la enfermedad acaba creyendo que está enfermo. Del mismo modo, quien piensa en la salud y en la fortaleza, encuentra una buena forma para salir adelante con la energía y vitalidad necesarias. Es fundamental que en todo momento nos concentremos no tanto en el problema, sino en las posibles soluciones; en las acciones que podemos realizar para salir airosos de cualquier situación.
Si ante una determinada circunstancia nos ocupamos pensando en la dificultad del asunto, en la imposibilidad de encontrar la solución, en la injusticia, o en por qué me pasan estas cosas a mí, no encontraremos la fórmula para solucionar el problema. ¿Alguien podría emprender acción con la energía y fortaleza necesarias a partir de estas premisas?. No. No es posible. No generan el estado de ánimo adecuado para trabajar en la búsqueda de la solución. Por el contrario, si ante esas mismas circunstancias, cambiamos el pensamiento, y nos enfocamos en analizar qué podríamos hacer para mejorar la situación, en visualizar la “salida del túnel”, o en cómo nos sentiremos cuando nos hayamos demostrado que somos capaces de solucionar la situación, encontraremos la motivación adecuada para emprender la acción que requerimos. Así, estaremos condicionando de forma positiva nuestro estado de ánimo, y encontraremos la energía que necesitamos para conseguir nuestros propósitos.
De forma habitual nos encontramos personas que destinan gran cantidad de tiempo a justificarnos lo complicada que es su situación, la imposibilidad de salir adelante o de solucionar su problema. En nuestro entorno hemos conocido personas con situaciones verdaderamente complejas, y precisamente conocemos sus ejemplos y situaciones porque fueron capaces de vencerlas. Me vienen a la mente situaciones como la de Steve Jobs cuando fue despedido de Apple, de Tony Meléndez cuando decidió tocar la guitarra aún a pesar de no tener manos, o de Lee Iacocca cuando fue despedido de Ford. Sus circunstancias eran tan adversas o más que las nuestras, y sí demostraron que existía una posibilidad para solucionarlo. Si ellos pudieron, ¿por qué no nosotros?. ¿Valdría la pena aceptar la situación y empezar a trabajar en la solución?. Dejemos de pensar en el problema, y empecemos a pensar que nosotros, con nuestra acción somos parte de la solución.
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