El júbilo es revelado por el crecimiento personal, pero el ego busca distraernos de seguir hacia adelante.
El ego evita que tengamos disciplina. Promueve la pereza, la comodidad y la falta de responsabilidad. ¡Nos desvía de realizar todas las cosas que sabemos son lo mejor para nosotros!
Entender que las distracciones provienen del ego puede ayudar a enfocarnos.
Mantén tu mirada en la meta: Crecimiento, no comodidad.
Ahora sal y haz lo que sea necesario para que el crecimiento ocurra.
Los desafíos que enfrentamos no son nunca los verdaderos problemas.
El problema es que no creemos que podemos vencer.
Tener certeza en tu habilidad para hacer lo que es correcto es la clave para vencer tus dudas, tus demonios, tus limitaciones.
Con certeza, no sólo puedes, lo lograrás.
Yehudá Berg