“Cuando veas evidente que no puedes alcanzar tu meta, no cambies de meta; busca un nuevo camino para llegar a ella.”
Confucio
La primera vez que te llega a tu mente una idea genial tú realmente te emocionas. Tal vez por fin te has decidido a correr ese maratón, o vas a empezar a escribir esa gran novela o quizás has decidido pasar todo el verano en Australia.
Esa emoción te motiva al inicio, no importa si has comenzado a correr un par de kilómetros al día, o estas creando un esquema gráfico detallado del argumento de tu novela o te has puesto un estricto presupuesto para poder ahorrar y además estas investigando las diferente oportunidades que hay para pasar un tiempo en Sídney.
Pero pasado un tiempo tienes la sensación de que no puedes correr diez kilómetros sin parar, o te encuentras luchando para poder escribir el capítulo siete de tu libro, o te has pasado tantas noches en casa viendo películas gratis por Internet y comiendo solo atún que te apetece salir y darte todos los gustos, por lo tanto comienzas a tener dudas sobre si podrás alcanzar tus metas.
Tú te preguntas si no sería más fácil renunciar a esa gran idea y volver a tu antigua vida. Una en la que tus rodillas no te duelen, donde no te importe que los personajes de tu novela no estén haciendo nada interesante y donde puedas darte el lujo de salir a cenar y de ir al cine cuando te apetezca.
¿Cómo seguir adelante cuando tu meta parece tan lejos como en otro universo?
Ten en cuenta que cuando perdemos más energía y sufrimos más desmotivación es justo cuando estamos en la mitad del camino que queremos recorrer.
Todo camino hacia una meta tiene un inicio, un punto medio y un final. Cuando comenzamos y justo antes de finalizar es donde tenemos más energía. Cuando inicias un nuevo objetivo estas inflado de optimismo y contento de poner en marcha lo que deseas conseguir. Todas las cosas que hay que hacer para que logres tu meta son nuevas para ti y lo tomas con alegría y entusiasmo.
El final tiene su propio pico de energía. Estás cerca de la línea de meta y casi puedes sentir el alivio por haberlo conseguido más el orgullo y la alegría de obtener aquello que siempre has deseado.
Pero justo cuando estás en el punto medio es cuando las cosas son más difíciles. Ahí es donde el entusiasmo comienza a flaquear, donde te sientes cansado y pierdes la visión de aquello por lo cual estas luchando en primer lugar. El centro es donde la mayoría de la gente abandona.
Tú no tienes porque abandonar. Sólo tiene que a) saber que en algún momento vas a flaquear y b) conseguir estrategias para poder superarlo.
Aquí tienes seis consejos que puedes utilizar para seguir adelante cuando tengas la sensación de que tu meta esta fuera de tu alcance:
1. Imagínate consiguiendo tu meta utilizando todos los sentidos. Huele el aire fresco de la mañana el día del maratón, siente tus músculos fuertes y tonificados, imagínate a ti mismo cruzando la línea de meta, escuchando a tus amigos y familiares animándote desde las gradas, degustando la comida de la celebración que tendrá después. La visualización realmente funciona.
2. Recuérdate de forma diaria el por qué de tu meta. ¿Cómo mejorara tu vida después de haber conseguido tu objetivo? Tal vez tendrás un cuerpo más saludable, tal vez serás más disciplinado, o un autor de novelas reconocido o ya estarás hablando inglés de forma fluida – no importa que beneficios puedas obtener, mantenlos siempre en tu mente.
3. Busca apoyo, especialmente de aquellos que han conseguido lo que estas intentando. Únete a un grupo de corredores o de escritores, o simplemente pídele a un amigo que te ayude a ser responsable. Entrevista a alguien que haya vivido en un país extranjero y ofrécele a enviarle un pequeño regalo por su tiempo. Comparte tus dudas y pide consejo o ayuda.
4. Actúa como si no hubieras perdido la motivación. Claro, en este momento estas susceptible o cansado pero enfréntalo. Sigue adelante de todos modos sabiendo que con cada paso te acercas a lo que quieres conseguir, incluso aunque sea difícil o no te parezca que estas avanzando hacia adelante. ¿Qué más puedes hacer? Ten disciplina ya que esta es muy buena para la autoestima. Elegir hacer algo grande y lograr que esto suceda es fantástico y cuando tu próxima gran idea llegue a tu mente solo tendrás que ver el éxito que has conseguido al mirar hacia atrás.
5. Tómate un día libre. Descansa, refréscate, revitalízate y no te preocupes de tu meta. Un solo día no hará que pierdas el tiempo y mañana podrás volver a empezar con más energía y con una mente más clara de las cosas.
6. Celebra los pequeños logros en el camino hacia tu meta. No deberías tener que esperar hasta el final para obtener una recompensa así que crea metas más pequeñas a lo largo del camino y recompénsate a ti mismo cuando las consigas. Págate una buena cena en un restaurant o compra ese nuevo libro que has estado esperando.
Recuerda que estar a la mitad del camino que estas recorriendo parece muy arduo pero sigue adelante. Tú lo puedes conseguir. ¡Ahora sal y ve a por ello!
http://www.exitoysuperacionpersonal.com/como-seguir-motivado-cuando-parece-que-tu-meta-esta-fuera-de-tu-alcance/