ACEPTATE…
La gente te ha juzgado y tú has aceptado su idea sin analizarla.
Estás sufriendo por toda clase de juicios ajenos y tú arrojas tales juicios en otras gentes.
Este juego se ha salido de toda proporción y la humanidad entera está sufriendo por eso.
Si quieres salirte de eso, lo primero es: no te juzgues a ti mismo.
Acepta humildemente tu imperfección, tus fallas, tus errores, tus flaquezas. No hay necesidad de pretender lo contrario.
Sé sólo lo que eres: Es así como soy, lleno de miedo. No puedo entrar en la oscuridad de la noche, en la selva espesa... ¿Qué hay de malo en eso? Es simplemente humano.
Una vez que te aceptas serás capaz de aceptar a otros, porque tendrás una clara visión de que ellos están sufriendo de la misma enfermedad.
Y tu aceptación les ayudará a aceptarse a si mismos.
Podemos revertir todo el proceso: te aceptas a ti mismo; eso te hace capaz de aceptar a los otros.
Y porque alguien los acepta, los otros aprenden la belleza de la aceptación por primera vez… la paz que se siente y empiezan a su vez a aceptar a otros.
Si toda la humanidad llega al punto en el que cada uno es aceptado tal cual es, aproximadamente un noventa por ciento del sufrimiento desaparecerá - no tiene fundamento - y los corazones se abrirán por si mismos, y el amor fluirá.
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