Te ha sucedido alguna vez que luego de obtener algo por lo que luchaste duramente, te has sentido mal, vacío o con la sensación de insatisfacción?
Esto puede ser la consecuencia de luchar por cosas que creemos que queremos pero que en nuestro interior no queremos.
No estamos acostumbrados a sentir lo que queremos, sino que pensamos lo que queremos y por ello, muchas veces equivocamos el camino. Nuestra mente nos juega una mala pasada y nos hace actuar de manera incorrecta, queriendo cosas que no necesitamos, solo por la necesidad de tapar alguna falencia, por miedo al no reconocimiento de los demás o solamente por querer parecernos a otro en lugar de ser nosotros mismos.
En estos casos el costo de lo que pagamos para obtener lo que creemos que queremos siempre es alto. No me refiero solo al dinero que pagamos por ello, sino a algo mucho más escaso y difícil de conseguir, nuestra energía.
Invertimos un esfuerzo enorme en obtener cosas que no queremos. Y pagamos por ello con tiempo, familia, amigos y salud.
No estamos acostumbrados a medir el costo en estos planos, pero es fundamental que aprendamos a hacerlo para preservarnos y preservar a quienes nos rodean.
En el universo, la energía es infinita, pero en nuestro cuerpo no lo es. Si malgastamos nuestra energía en luchar por algo que no queremos, la consecuencia mas probable es la enfermedad, puede que primero sea a nivel espiritual, pero a la corta o a la larga se traduce en enfermedad física, nuestra o de nuestros seres queridos.
Es bueno querer progresar, es bueno querer tener mejores cosas, pero cuidando todos los aspectos de esta diferente visión económica.
Debemos trabajar para que nuestros bienes materiales sigan siendo eso y no se transformen en males materiales.
Aprende a usar esta nueva herramienta de medición, tu consumo y nivel de energía.
Usa esto como guía, trabaja en entender este proceso y podrás vivir mucho mejor.