La energía circula en el cuerpo a través de nuestros meridianos de acupuntura, distribuidos a lo largo de toda nuestra anatomía como si fueran carreteras.
De la fluidez que tengan estas carreteras, meridianos o canales, depende el buen funcionamiento del cuerpo en general, ya que el Qi (energía) va íntimamente ligado a todos los fluidos corporales como la sangre, la linfa, jugos gástricos, etc.… así como la correcta función de nuestros órganos.
Cuando estas carreteras se empiezan a bloquear energéticamente, se empiezan a bloquear nuestras funciones fisiológicas y emocionales también y por ende nuestra salud y nuestra vida se ve afectada.
Las razones por las que estas carreteras se pueden bloquear son principalmente 3:
1) algún factor exógeno que dañe nuestro buen funcionamiento. Como ejemplo podríamos mencionar una fractura, golpe, intoxicación alimenticia, virus o parásitos.
2) El cambio brusco de temperatura o la influencia de los climas.
3) Las emociones mal manejadas.
Todos estos factores intervienen directamente en la energía del cuerpo y su fisiopatología.
Los seres humanos estamos formados por tres niveles diferentes de energía.
ENERGÍA FISICA:
Este tipo de energía es el más denso de todos, ya que abarca lo que es el cuerpo y toda su materia, como tejidos, músculos, huesos, ligamentos y tendones, venas y arterias, órganos, etc.
ENERGÍA MENTAL:
Este tipo de energía es más sutil pero no menos importante, ya que es la que contenemos en nuestra psique, son por ende nuestros pensamientos y lo que rige nuestros estados emocionales en gran medida.
ENERGÍA ESPIRITUAL:
Este tipo de energía es la más etérea de las tres, se encarga de la coherencia y la integración de las otras dos y de nuestra individualidad en la vida. Trabaja directamente con la energía eléctrica de todo nuestro cuerpo.
Para que una persona esté feliz y sana estos tres estados energéticos deben de estar en armonía para poder vibrar en una frecuencia de equilibrio, el problema comienza cuando estos niveles se desfasan originando un desequilibrio en nuestro funcionamiento óptimo.
El Tao conocido como el “camino” nos enseña como vivir con nuestros tres estados de una manera armónica y equilibrada, esto es llamado “cultivar los tres tesoros”.
Lo cual significa: cuidar nuestro cuerpo en todos los sentidos, mediante la alimentación, el ejercicio y la conservación de la esencia vital, así como la nutrición de nuestros pensamientos y la energía que circula por nuestros meridianos.
Francia González (Gyan Anunaya)