Dando lo mejor de nosotros

En la gran sinfonía de vida, tenemos roles importantes que cumplir. Mientras algunas personas son las mejores para ser directores de orquestas o solistas, sus contribuciones estarían bastante disminuidas sin los músicos individuales que prestan su arte a la plenitud de una orquesta. Los acentos mágicos de la sección de percusión podrían tocar en forma arbitraria y fuera de su sitio sin la música que ellos acompañan. Cualquier miembro de una orquesta, haciendo menos de lo mejor en su parte particular, puede destruir la armonía de la pieza entera, tal es su importancia. Aunque nosotros no podamos recibir la misma cantidad o calidad de atención como otros, todas nuestras contribuciones son valiosas y participan en el éxito del todo.

Cuando hacemos nuestras tareas bien, la infundimos con nuestra energía única, convirtiendo cada tarea realizada en un regalo. Cada una de nuestras personalidades y talentos se ajusta a los papeles diferentes de apoyo hacia otros. Incluso los líderes y ejecutantes estrella apoyan a otros a su manera. Podemos mirar alrededor de nosotros en cualquier momento para ver que mientras nutrimos a algunas personas con nuestro trabajo, los otros nos apoyan con sus regalos. Hacer cualquier trabajo con esta visión, nos permite realizar nuestra parte con humildad y gratitud, aprendiendo lecciones que nos mueven continuamente hacia nuestros objetivos.

Cuando estamos totalmente presentes en cada trabajo que hacemos, traemos la plenitud a nuestros cuerpos, mentes y espíritus al momento. Nuestra contribución es realzada por la infusión de nuestros talentos y capacidades, y cuando lo hacemos de buen grado, atraen a la gente correcta y circunstancias en nuestra experiencia. Algo hacemos gruñones limitamos el flujo de nuestra energía y nos cierra el bien que está disponible a nosotros en cada situación. Pero dando lo mejor de nosotros para hacer el mundo mejor, nos abrimos para recibir, a cambio, lo mejor del universo.

Traducido de: www.dailyom.com