Cuando respiramos, todas nuestras células se impregnan de la energía que esta calificada en nuestros niveles de pensamiento. Si piensas en positivo o estas en estado de meditación pensando la luz, eso es lo que quedará grabado en tu cuerpo, mente y campo aurico. Por ley de atracción la luz y nada menor que la luz comenzará a obrar en tu vida.
El prana o energía vital que te rodea, entra a través de tu respiración hacia tus órganos internos y a tus cuerpos sutiles y manifestarán en tu vida, el producto de toda aquella emoción, orden, decreto o deseo que en ese momento estabas representando en cada respiración.
La respiración es una fuente de sanación porque es una herramienta ideal para reprogramar las memorias celulares y astrales que están contaminadas con bloqueos, limitaciones y negatividad aprendidas por años. Es un buen momento para reprogramar nuestras memorias físicas y sutiles, limpiándolas con la energía de la luz. De esta manera, abrimos el camino para que cosas positivas entren en nuestras vidas.
Respira lenta y profundamente mientras lees o escuchas esta afirmación.
Descanso en la Paz de Dios, Descanso en la Paz de Dios, Descanso en la Paz de Dios. Los caminos de sanación y armonía se abren dentro de mí, llenándose de luz (inspira) y amor (exhala), llenándose de luz (inspira) y amor (exhala), llenándose de luz (inspira) y amor (exhala)
Todas mis células, órganos, estructuras, sistemas, mentes y cuerpos están “respirando, respirando, respirando” con la renovadora energía del Creador. Limpiando, sanando y restaurando el bien (inspira) y manifestando milagros en mi vida. (Exhala)
Gracias Padre.