Oh! mi constante y amorosa Presencia Yo Soy, tú, Luz de Dios sobre mí, cuyo resplandor forma un círculo de fuego ante mí para alumbrar mi camino:
¡Yo Soy quien te invoca con plena fe para que coloques desde mi propia Poderosa Presencia Divina Yo Soy un gran pilar de Luz alrededor de mi ahora mismo! Mantenlo intacto a cada momento que pase, manifestándose como una lluvia reluciente de la bella Luz de Dios a través de la cual nada humano puede jamás pasar. ¡Dirige al interior de este bello círculo eléctrico de energía cargada divinamente, una rápida oleada del fuego violeta de la clemente y transmutadora llama de la Libertad!
¡Haz que la energía siempre en expansión de esta llama proyectada hacia abajo al campo energético de mis energías humanas, convierta completamente toda condición negativa, en la polaridad positiva de mi Gran Ser Divino! Que la magia de su misericordia purifique con su Luz mi mundo de tal manera que todos aquellos con los que entre en contacto sean siempre bendecidos con la fragancia violeta desde el mismo corazón de Dios, en memoria del bienaventurado día del amanecer en el que todas discordia- causa, efecto, registro y memoria sea convertida para siempre en la Victoria de la Luz y la paz de Jesucristo ascendido
Yo Soy quien acepta ahora constantemente el poder y la manifestación plenas de este Fiat de Luz y quien lo invoca para que entre en acción instantánea por mi libre albedrío otorgado por Dios, y el poder de acelerar ilimitadamente esta sagrada emisión de ayuda proveniente del mismo corazón de Dios, ¡hasta que todos lo hombres hayan ascendido y sean libres den Dios y en la Luz que nunca, nunca, nunca falla!
¡Que la luz te envuelva!