Que fuerte me siento hablándote de tan lejos , es curioso que cuando te tuve a centímetros me sentía tan frágil como el cristal que ya está cuarteado, tan ligera y en algún lugar fuera de mi alcance consciente.
Ahora estoy aquí, y parece que nunca exististe… que nunca te tuve, o en tus brazos alguna vez estuve. Me cuesta obtener recuerdos, solo me llega tu sonrisa que mis labios lograron sentir en lugar de mis ojos ciegos, hasta podría decir que estaba dormida y que todo fue parte de un lindo sueño, que al parecer era así hasta que desperté y seguías ahí; abrazándome con ternura. No podía volver a dormir, no podía volver a desaparecer de aquella realidad que me abrazaba al igual que tu cuerpo, quería seguir ahí, frágil.
Por un momento creí que regresaría la niña que se quebró hace un tiempo, la niña que conociste y me dijiste que te daba algo de nostalgia haber visto crecer. Honestamente ansiaba que eso sucediera, moría de ganas de perderme en una masa de sentimientos y sentirme la persona mas feliz del mundo, pero me limité a reír tímidamente ya que eso no sucedió.
Perdí la cuenta de las veces que te expresé que te quería, de los besos que te dí y los segundos que tu mano estaba sosteniendo la mía, al igual que la infinidad de veces que me hiciste sonreír.
He aprendido bien de ti al no preocuparme por lo que pueda pasar, a solo disfrutar el momento. Incluso verte en otras manos horas después se me hace fácil de digerir, no me preocupa en realidad porque me conozco y creo que te conozco aun mejor.
Me fascina la manera en que llevamos las cosas, que a pesar que todo nos separa y nos olvidamos el uno del otro con el tiempo, al momento de volvernos a ver es como si nuestra historia estuviera escrita y solo nos dejamos llevar por los minutos que tengamos juntos. También me encanta que al momento de cerrar la puerta nos volvemos completos extraños siguiendo caminos opuestos; o al menos eso hago yo, al verte ir es como si mi memoria se borrara y mi corazón volviera a congelarse. Me gusta, me encanta que lo único que queda en mi mente es la vocecita que dice “Se que nos volveremos a ver”.