Los que siguen el ancestral arte chino del Feng-Shui saben que deacuerdo a la forma que organicen las cosas dentro de la casa se tendrá buena o mala suerte.
La teoría es que todo debe estar organizado en armonía con la naturaleza, de esta manera el chi, que es la energía natural de la tierra, fluirá libre por todos los rincones de tu casa. Siguiendo esta filosofía entonces, una mala organización dentro de tu casa te traerá mala fortuna.
No hay nada mejor que el propio instinto del ser humano para darse cuenta de que estamos viviendo en una casa con poca o mala energía.
Las pistas suelen ser muy claras:
Si no nos gusta estar en casa demasiado tiempo
Si en casa no somos capaces de descansar
Si parece que se nos viene encima
Si estamos felices y al entrar en casa nos ponemos tristes sin razón
Si las personas que viven en ella están siempre alteradas
Si somos incapaces de dormir o comer en ella
Simplemente si sentimos que algo falla
Todos estos casos son indicativos de que algo no va bien con al energía de nuestra casa, pero por supuesto, hay muchos más.
Escuchando tu casa
Para empezar, el ritmo de vida que llevamos está tan alterado que muchas veces no nos damos cuenta de que nuestra casa nos está pidiendo a gritos algún cambio. Así que lo primero que debes hacer es dedicar un buen montón de tiempo a escuchar a tu casa.
Antes de hacerlo abre todas las ventanas y limpia y ordena la casa todo lo que puedas, pues a lo mejor simplemente con un poco de orden ya consigues lo que necesitas, o quizá es que no la ventilas lo suficiente y el oxígeno no se renueva.
Después coge una libreta y un bolígrafo y ve entrando en cada una de las estancias de tu casa, incluyendo pasillos y entrada a la misma.
Haz en todas las zonas lo siguiente. Cierra los ojos y respira profundamente tres veces, después ábrelos y mira la habitación donde te encuentres. ¿Cómo te encuentras al entrar en ella? ¿Sientes que todo está bien? Ve apuntando en tu libreta todo lo que sientas incómodo en la habitación.
Esta práctica por extraña que te parezca es muy importante pues ¿realmente es tu casa un dulce hogar?
Hay personas que con sólo pararse a escuchar su casa descubren enseguida qué es lo que le falta o necesita, pero si ese no es tu caso, al menos las primeras veces que realices esta práctica aquí te daremos algunos consejos. Es importante de todos modos que te familiarices con la teoría del yin-yang pues te dará las pistas de lo que puede estar fallando en tu lugar de residencia.
Los cinco elementos
Una fórmula fácil al respecto es incluir en tu casa los cinco elementos chinos que son fuego, metal, agua, tierra y madera a través de la decoración. Pueden estar en forma de dibujos; colores de la pared o la tapicería, incluyendo las cortinas; elementos decorativos; etc.:
Elementos que representan el fuego: las velas y la luz, ya sea natural o de lámparas. Los colores son los cálidos como los rojos y naranjas.
Elementos que representan el metal: cualquier elemento decorativo que esté formado por él, especialmente apreciados los carillones de viento metálicos. Los colores son los metálicos, dorados, plateados o blancos.
Elementos que representan agua: están especialmente valoradas las peceras o la decoración que aluda al mar. Los colores son el azul o el negro.
Elementos que representan la tierra: son muy utilizadas las gemas o cuarzos. Los colores son los marrones en todos sus tonos.
Elementos que representan la madera: especialmente interesantes las plantas que no tengan pinchos. Los colores son los verdes.
Simplemente busca la manera de introducirlos de algún modo en tu casa, sin obsesionarte con sobrecargar cada uno de ellos. Pequeños indicativos de cada uno de los elementos te permitirán energetizar tu casa correctamente.
Recuerda que si decides poner en práctica esta fórmula deberás tener siempre los cinco elementos representados de una manera equilibrada.
http://www.espectral.com/Feng%20shui2/energetiza%20tu%20casa.htm