"El silencio interior" es el ambiente preciso para incubar los más sublimes proyectos.
Programa, cada día, un período concreto de silencio absoluto, en la soledad.
Permaneciendo quieto y relajado, no pienses en nada; deja tu mente en blanco,
totalmente vacía.
Si oyes un ruido o escuchas un sonido, niégate a pensar en su causa.
Percíbelo sin evaluarlo.
Escucha la música del silencio para que vivas a profundidad, y para que te beneficies
del silencio fértil y curativo.
Después de un ejercicio de silencio, gozarás de una serenidad interior vitalizante.
Del árbol del silencio pende el fruto de la sabiduría.