Todas las personas a lo largo de su vida van creando un montón de situaciones y de propias realidades, me refiero a crear proyectos, empresas, relaciones tanto de amistad como de equipos, sentimentales, pensamientos que no llegan a la acción, actitudes, espacios físicos, etc….., date cuenta que cada cosa que haces por más pequeño o diminuto que sea, creas algo.
No tomamos consciencia de esto, pero si te detienes a reflexionar ahora de toda la realidad que te rodea, las has creado tú, ya sea por las decisiones que has tomado en el pasado como también los que han decidido por ti, con lo cual muchas veces nos sentimos prisioneros de lo que hemos creado. Ya sé que no consideras como algo tuyo los que deciden por ti pero te diré que eso te pertenece, porque consciente o inconscientemente le has dado el poder para que lo hagan y en esto excluyo toda la etapa que estabas bajo la tutela de tus padres, abuelos o tíos.
Al hablar de lo creado por ti, no significa apuntalar o considerar sólo los aspectos negativos, sino también hay que considerar lo que ha sido bueno en su momento o lo es actualmente. Me parece más valorable reflexionar sobre lo bueno que sobre lo malo, porque esto último ya lo sientes y sabes bien lo que te molesta y necesitas cambiar, pero lo que tuvo éxito en su momento o está en final del impulso de crecimiento, ya es más difícil de ver.
Cuando hay algo que va bien y nos ha enamorado en su momento, tiene el peligro que si no le pones la misma ilusión y pasión que pusiste desde el primer día, puede que en un momento dado si bajas la energía y la intensidad, con tu obra pase lo mismo, pero el problema es la mayoría de las veces no nos damos cuenta de esto y al cabo del tiempo comenzamos a sentirnos diferentes, que no vibramos con lo que hacemos, que no nos deleita como antes, no nos sentimos lleno y vivimos con una sensación de estancamiento.
Esto que comento suele pasar en cualquier ámbito de la vida, en tu trabajo, en las relaciones, en crear un equipo de trabajo muy bueno y con el tiempo estos enjaulan al líder, en un plan de entrenamiento que fue muy productivo en su día pero ahora necesitas otra cosa, y muchas situaciones donde en su día fue algo muy potente, placentero e innovador pero con el paso del tiempo se fue apangando la llama de tu pasión por más que las cosas vayan marchando relativamente bien.
Uno llega a convertirse prisionero de lo creado porque inconscientemente nos limitamos en lo conocido, en lo seguro, creemos que si ha funcionado ya no hay nada que tocar y marchará solo, perdemos intensidad, pasión, dedicación por los pequeños detalles, falta concentración y comenzamos a dejar crecer al apego por ello, algo que al cabo del tiempo nos convierte en personas dependientes e inseguras.
Como los seres humanos que nacemos, nos desarrollamos y morimos, también pasa con los proyectos, las relaciones, los equipos, las cosas materiales, es decir crecen, se desarrollan y terminan, nada es eterno por fantástico que parezca, por eso es muy importante a estar muy atentos cuando nuestro cuerpo y emociones comienzan a manifestarse, porque son claras señales de renovación y esto no significa revolución, sino detectar que debe modificarse, aunque sea algo mínimo para sentirnos a tope y motivados, porque ya sabes que cuando falta esto, es una clara señal de que estamos habitando la zona de la estanqueidad.
Habitualmente nos damos cuenta de todo esto cuando nos sentimos mal y los resultados no nos acompañan, pero esto comienza a gestarse mucho tiempo antes, lo cual si lo detectas y pones manos en el asunto, te ahorrará de derrochar mucha energía y tiempo en el cambio.
Por eso si te sientes con ganas de vibrar más en tu vida, si buscas tener la sensación de sentirte útil, si necesitas recuperar la sensación de comerte el mundo cada mañana que te levantas y la necesidad de vivir plenamente cada acción experimentas, puede ser que te hayas convertido en prisionero de lo que has creado.
¡Todavía estás a tiempo de sacar al León enjaulado que llevas dentro!.
http://gerant05.wordpress.com/