2013 ya casi está aquí, y aunque para algunos será un año como cualquier otro, para otros es un año de pánico como pocos. Conocidos como triscaidecafóbicos, estas personas enfatizan su temor por el número 13 más que por cualquier otra cosa a partir del próximo uno de enero.
De todas las supersticiones, la inquietud por el número 13 es la más común… y la más compartida. Por razones de seguridad y etiqueta en este nuevo año, toma una buena iniciativa: evita a toda costa el número 13 no ofender a nadie.
Tenga cuidado, por lo tanto, si eres tan torpe como para invitar a 13 personas alrededor de una mesa (puede causar una muerte segura a uno de sus invitados a lo largo del año que viene, o ¡incluso la tuya!) o incluso si te atreves a invitar a pasar una velada en una habitación de hotel en el piso número 13 (evitando así pasar una bonita noche de pasión). Muchos hoteles también lo han entendido, en Asia y Estados Unidos, no es raro ver “desaparecer” un piso entero a favor de una superstición “bien fundada” para los numerólogos y su ciencia: la numerología. El ascensor pasa directamente del 12 a 14, y no parece molestar a nadie cambiar el número de planta. Total es una forma de evitar la “maldición del número 13“.
Historia de la maldición del número 13
Multitud de leyendas a cuál más absurda tratan el tema. Pero al fin y al cabo, desde la Última Cena la cristiandad toma el número 13 como número fatal, pero los romanos y los vikingos ya eran supersticiosos con el número 13. No importa porqué, volvamos a las “señales” de la historia que trajo mala suerte al “número 13″.
Otra de las explicaciones más famosas tiene que ver con la Última Cena, donde se reunieron, los Doce Apóstoles con Jesucristo. Esto no contradice la superstición de la “muerte en el año” uno de los invitados (si nos fijamos en el destino de Jesús).
Sin embargo, los más pragmáticos recordarán que las mujeres menstruan trece veces al año, información no necesariamente apetecible por cierto. En “Sangre y mujeres. La historia clínica de la menstruación en la Belle Epoque“, Jean-Yves Le Naour y Catherine Valenti recuerdan esta depreciación tan triste: “Desde la antigüedad, las tradiciones y supersticiones han tratado de canalizar este fenómeno. Cuando la mujer estaba menstruando había que tener miedo, ya que se le atribuían poderes maléficos, cuando sino, una fuerte capacidad de causar daños“.
Recordamos que hemos preferido pasar del calendario lunar, de trece ciclos, al solar. La luna es el símbolo del paso de la vida a la muerte, lo que explica la ligera preferencia por el sol.
Habrá que relativizar sobre lo que nos espera el próximo años, debemos saber que el 13 no sólo es temido, también es reverenciado. En la antigüedad, los egipcios creían ni más ni menos que el alma encontraba la vida eterna en el peldaño trece de la escalera que conducía la eternidad. Algunos griegos evocan con cierta ansiedad un decimotercer trabajo en los doce trabajos de Hércules, hijo de Zeus, nunca concluido. En él, después de con gran valentía haber matado al león de Citerón, el rey de Plathee, en nombre del rey Thespios, dió a Hércules el privilegio de asignarle cincuenta mujeres que se le ofrecieron durante 50 días. ¿Qué hacer para cambiar de opinión sobre el número 13? La maldición del número 13 dependerá un poco de la experiencia de cada uno.
Por último, en otras “historias” en 2013, sabemos que este es el primer año desde 1987 en el que todos los números son diferentes unos de otros, y fue nombrado “Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua” por la ONU. Así que, feliz año 2013.
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