Creerle al miedo para quedarse en el mismo lugar y no avanzar no es negocio. Detenerse antes del borde y quedarse quieto es vivir en una constante mentira, la mentira del miedo.
Se nos instala adentro sin darnos cuenta.
Hasta hace un momento no dudábamos… teníamos ganas de ir
allí, llamar a aquel o aquella, comprar esto o lo otro y lo mejor…
creíamos que sí, que valía la pena…
y de pronto… nos quedamos quietos
y empezamos a hacer números…
que en realidad es demasiado caro para lo que vale o lo que lo
voy a usar, que en realidad él o ella uno nunca está seguro que sean como
uno cree que son y menos que sean los que uno necesita
y así… siguen las cuentas y ese movimiento que uno estaba
empezando se detiene
y por supuesto… cuando uno se queda quieto en la vida todas
las cuentas cambian, para qué tomar el riesgo, el gasto, el
esfuerzo si por ahí no es seguro, no es negocio, nos desilusionan
ahí aparece la mentira
de creer que no importa…
si así estoy bien, bueno, no estoy tan mal, a lo mejor enseguida
o después algo pasa y no hace falta hacer esto o aquello
la mentira es siempre la misma
quedarnos quietos, esperar otro momento mejor (si viniera
volverá a suceder lo mismo)
entonces digo… quizás el miedo tenga razón pero… no le crea
que la razón, la desilusión, el mal negocio si suceden…
sucedan ahí
cuando ud cree que si, cuando ud se está moviendo
que lo sorprenda el no.
Matías es un avaro emocional
se cuida de sus emociones, evita que ellas crezcan, lo sorprendan,
le reclamen más. Es de los que prefiere los sentimientos suaves,
los acuerdos obvios, las respuestas pacíficas, los reclamos
razonables. Será que lo aprendió de su mamá, él era el hijo
preferido, y ella siempre decía…” para qué más, para qué nuevo,
así alcanza “
Matías no se arriesga a pedir en el restaurante lo que nunca
probó en su casa, tampoco es de los que alzan la voz primero
que nadie para quejarse ni menos que menos aplaude cuando
todavía la sala está en silencio
sonríe, apenas, no quiere ser malinterpretado
Matías jamás supo cómo era eso del miedo, cómo saberlo
si siempre se detiene mucho antes del borde
yo creo que Matías
tiene ganas, como todos, de mucho más
pero…sólo… no, para Matías, ya lo dijimos, sólo es demasiado
así que prefiere seguir en la vida con su miedo
ese miedo del que nunca quiere enterarse
Que es el miedo de Matías
O no… Es Matías que es puro miedo.
(fragmentos de su libro Miedo Coraje Voluntad Ganas)