La palabra “responsable” se define en el diccionario como: interés, atención, dedicación, ser comprometido, solidario, cumplidor, consciente, maduro, fiel, y es sinónimo de encargado, jefe o administrador.
Responsabilizarte de ti mismo implica:
• Estar consciente de ti, interesado en ti para cuidar y vigilar con frecuencia la calidad de tus sentimientos principalmente, los pensamientos y las acciones. Empieza por tus pensamientos, es decir, por la manera en que interpretas tus actos y los de los demás. (es justo ese rollo que te hechas de ti mismo y de los otros también)
• Estar atento a elegir, invertir o enfocar correctamente tu atención únicamente en el bien. Hacerte experto en ver sólo el bien en ti, en los demás y en las circunstancias.
• Estar en contacto con tu sentir interno para permitirle guiarte mediante inspiraciones, deseos, sensaciones de amor, de bondad, preferencias e intereses.
• Aprender a distinguir lo qué proviene de tus creencias adquiridas, rígidas, temerosas o esquemas limitantes para descartarlo y poder sentir con claridad qué quieres y qué sientes al respecto.
• Reconocer o estar consciente del efecto o resultado que has provocado, sin juzgarte ni culparte, asumiendo las consecuencias de tus acciones…. Implica también, darte amorosamente la oportunidad de estar más consciente de los patrones de conducta que han guiado tus elecciones, para elaborar una lista en la que vayas sumando las nuevas verdades elegidas por ti.
Se habla mucho de la actitud mental positiva, aquí te presento diferentes formas de entender este concepto:
• Es lo que tú te dices al respecto de ti, de otras personas y de la vida
• Es el significado emocional que le das.
• Es la forma como interpretas las cosas.
• Es cómo las calificas o clasificas.
• Es la perspectiva que tomas frente a las circunstancias
Debemos entender que al reconocer que somos seres individuales, dueños de cada una de nuestras percepciones mentales y de cada uno de nuestros sentimientos, por ley natural de vida podemos cambiar la manera en que vemos y sentimos.
Frente a los hechos, la historia que tú te cuentas generalmente es que el hecho en sí, porque el mismo hecho-¾e influenciable¾más importante vivido por diferentes personas puede provocar distintas reacciones.
Por lo tanto, de ti depende el impacto que quieras que el evento tenga en ti: positivo, negativo o neutral… y si aún no lo manejas por completo, empieza por observar y elegir qué tan intenso y prolongado lo quieres sentir..
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