Hombres y mujeres se diferencian por multitud de atributos físicos pero quizás el más visiblemente notable es el del vello. En mayor o menor medida, el hombre está dotado de pelo por casi todo el cuerpo, mientras que la mujer solo tiene zonas concretas para ello. De esto, podría hablarse extensamente, pero mi curiosidad aquí, radica en un punto concreto: El rostro del hombre y la barba. Hay quien se afeita a diario no soportando ver un pelo en su cara, hay quien soportándolo juega a su antojo y perfila a su gusto la barba y también hay quien deja que crezca hasta cansarse. Sea como sea, el hombre hace de su barba lo que él quiere y esta barba puede adquirir diversas formas y tamaños. Ahora bien; ¿tiene esto algún significado psicológico? ¿Qué dicen sus barbas para ellos y qué significan? ¿Qué nos dicen a nosotras, desde el sexo opuesto?
Independientemente de modas, está claro que la barba que lleva un hombre, a su estilo y a su antojo, cuando puede, dice algo de su personalidad. Varios estudios, dentro del campo de la psicología social han investigado sobre ello. Por una parte tenemos una investigación que realizó el Dr Freeman, en la Universidad de Chicago sobre el valor reproductivo que emana la barba, más allá de la estética. Para ello se utilizaron varios test y cuestionarios que rellenaron hombres y mujeres. Los resultados de los varones, fueron que la barba les definía como más masculinos, más independientes y más maduros en comparación con un rostro bien afeitado. Para ellas, la barba era símbolo de “magnetismo sexual” y atractivo, sintiéndose más femeninas ante ellos.
Por otra parte, Pellegrini, psicólogo en la Universidad de California llevó a cabo otro estudio con similares resultados pero con algunas diferencias. El experimento se centró en fotografiar a hombres con diferentes clases de barba, para más tarde distribuir dichas fotos entre los dos sexos y clasificar su impresión sobre diferentes rasgos de personalidad. Los resultados indicaron una correlación positiva entre la cantidad de vello en el rostro del varón y la percepción de ser un hombre más masculino, dominante, guapo y liberal. Pero no se confirmó que fuera más saludable a nivel reproductivo ni más atractivo que el resto.
Tenemos más datos. Un estudio reciente, llevado a cabo en Nueva Zelanda y Canadá arrojó resultados diferentes. En este estudió se constató que por una parte las mujeres perciben a los hombres con barba como más mayores y más agresivos pero por otra también afirmaban que el vello facial les añade seriedad, son percibidos con un status social más alto e infundan más respeto que el resto de hombres. La conclusión de esta investigación fue que la barba era una señal de masculinidad en comparación con otros hombres sin ella pero que no era indicativo de ser más atractivos para las mujeres, más bien al contrario. Los psicólogos afirmaron que a “ellas no les gustan con barba”.
¿Qué nos dice la ciencia acerca de que ellos dejen crecer su barba?
De nuevo, varias teorías. Desde el punto de vista biológico, la barba en el rostro del hombre protege a la piel e incluso les protege de una posible pelea en la mandíbula. También se ha estudiado que la barba es un signo de un buen sistema inmune y es un indicativo de testosterona y buena salud (sería portadora de parásitos, pero si un hombre es capaz de llevarla, es porque carece de ellos). De esta manera, se supone que las mujeres son atraídas por hombres fuertes y esto debería ser un estímulo potente para ellas, pero ya hemos visto que no siempre resulta así. Si bien, años atrás era percibida como atractiva, parece que con los años y nuevas tendencias, ellas les prefieren sin.
Desde un punto de vista psicológico ellos dejan crecer su barba como símbolo de rebeldía, masculinidad y valentía. Todo y que las tendencias estéticas marquen modas, cada uno elige la manera de mostrar su rostro y parece ser que a los que les gusta lucir barba estarían mostrando su virilidad y distinción en frente al resto de hombres. También es cierto que muchos afirman no querer perder tiempo diario con el afeitado y que les resulta más cómodo lanzarse tal cual les define sus hormonas. Sea como sea, eligen cómo quieren presentarse ante los demás.
Glamour, no glamour, masculinidad, seriedad, insinuación de buena salud…los gustos son variados. En conclusión se puede afirmar que en antaño la barba era para ellas un signo de atracción importante. Hoy, esta idea ha cambiado y muchas prefieren el afeitado. En cuanto a ellos, siguen o no modas, pero la presencia de su barba, habla de ellos, al igual que la ausencia de la misma. Curiosamente, llevar barba aporta numerosos beneficios para el género masculino. Ellos eligen y ellas también…
Bibliografía
Pellegrini, RJ (1972) "Para Beard, o no Beard": Un estudio experimental en la
percepción social. APA,Presented at the Western Psychological Association meetings, Portland, Oregon, April, 1972.apaapa Portland, Oregon,
Women really don't like beards: And they also make men seem older and more aggressive, say psychologists