Hay un elemento clave para poder avanzar en un crecimiento poersonal, el tener una sólida AUTOESTIMA.
La autoestima es la manera como nos vemos a nosotros mismos, como nos valoramos y como basamos esto con nuestros pensamientos, creencias y experiencias.
La autoestima consiste en saber que soy lo que verdaderamente soy.
Es por eso la importancia de detenernos a reflexionar acerca de ella, ya que solo nosotros podemos favorecerla, trabajar en la manera equivocada como nos valoramos, como nos percibimos y sobre todo hacer algo concreto para mejora nuestra vida.
Es un error pensar que para que tengamos un buen concepto de nosotros mismos, debemos ser según un prototipo de revista, con buen cuerpo, o tener siempre la respuesta adecuada, ser el más simpático, etc. Esto solo tiene que ver con las creencias y casi nunca se ajusta a como somos. Esto sería el “Yo ideal” que muchas personas nos tratan de ajustar y a veces por más que se trate, no se puede, pues no somos esa persona ideal, tarde o temprano nos daremos cuenta que por más que nos esforzamos no podemos ser esa persona y esto nos causa mucha frustración.
También nos lleva enfocarnos en todas las cosas que no somos o que no podemos hacer, dejando a un lado nuestros recursos, nuestras fortalezas y lo que si somos. A veces no podemos ver todo esto por estar empeñados en ser alguien que nunca vamos a ser.
Empecemos hoy por enfocarnos en lo positivo de nuestra persona, no importa si nos ajustamos o no a los ideales. ¿Como soy? Pues así como soy y punto.
Les dejo un cuento de Jorge Bucay:
Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid.
Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una Fresia, floreciendo y más fresca que nunca. El rey preguntó:
¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: “Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda”.
Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mírate a ti mismo. No hay posibilidad de que seas otra persona.
Una fresia es una fresia no puede ser un clavel o una rosa. Asi somos nosotros, no podemos ser lo que no somos.
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