Hay varias formas de esclavitud pero una de las mas curiosas (por no decir delirantes) es la que da poder a otras personas de (aparentemente) motu proprio, por sentirnos que solos no valemos nada, por sentirnos que otros valen mas que nosotros, pensando que saben lo que nos conviene…. y asi de camino evitamos pensar por nosotros mismos, por el panico que sentimos a errar, preferimos que otros organicen nuestras vidas a su estilo, que nos digan lo que tenemos y no tenemos que hacer… así pensamos que si nos va mal, siempre podremos excusarnos en que las decisiones no fueron tomadas por nosotros mismos…
Un esclavo es aquel que se haya en poder de otras personas, que debe tenerles miedo. El esclavo es una imagen del poder de otros sobre sí mismo. Hace que el sentimiento del propio valor dependa de otras personas. Cuando otras personas se interesan por él, entonces se siente bien, cuando se apartan de él, entonces el mundo se le cae encima. Doy poder sobre mi a otra persona cuando me hago DEPENDIENTE del humor que tenga esa persona.
Hay personas cuyo sentimiento depende enteramente de aquellos con quienes conviven. Si el otro les regaña, se sienten desoladas. Si va por casa con cara de depresión, entonces se ponen tristes o se sienten culpables. Somos hijos de Dios y no esclavos de los hombres. No debemos entregarnos totalmente en manos de otra personas. No debemos dar otros tanto poder sobre nosotros. Tengo que sentir necesariamente miedo de quien tiene poder sobre mi. Tengo que vivir constantemente en la angustia de que esa persona vaya abusar de su poder; de que me hiera y me ofenda. “OTRAS PERSONAS PUEDEN, SÍ, HERIRNOS. PERO EN NOSOTROS HAY UNA DIGNIDAD INVIOLABLE AQUE NADIE PODRÁ QUITARNOS”.
“CUANDO ME SIENTO DÉBIL, SOY FUERTE”.
La confianza en sí mismo no significa que nosotros tengamos que ser siempre fuertes; que nos hallemos por encima de todos los problemas, que nos dominemos en todo momento. Sino que se muestre que en medio de nuestra debilidad, podemos hacernos cargo de nosotros mismos.
Si nos prohibimos a nosotros mismos cualquier debilidad, entonces tendremos que vivir constantemente con la angustia de fracasar. Pero si no PERMITIMOS, con humildad, el ser débiles, entonces experimentaremos una profunda PAZ INTERIOR y nos veremos libres de la compulsión y el estrés de tener que perfeccionarnos constantemente a nosotros mismos.
Aquella persona que hace que el sentimento de su propio valor dependa de que sea siempre fuerte, de que alcance todos sus ideales, se sentirá quebrantada por la experiencia del fracaso y de la debilidad. Sin embargo, aquella otra que se permita a sí mismo ser débil, adquiere fortaleza interior.
HABILIDAD EMOICIONAL