“Quería decirte las palabras más hondas que te tengo que decir, pero no me atrevo, no vayas a reírte. Por eso me río de mí mismo y desahogo en bromas mi secreto. Sí, me estoy burlando de mi dolor, para que no te burles tú.
Quería decirte las palabras más verdaderas que tengo que decirte, pero no me atrevo, no vayas a no creerme. Por eso las disfrazo de mentiras y te digo lo contrario de lo que te quisiera decir. Sí, hago absurdo mi dolor, no vayas a hacerlo tú.
Quería decirte las palabras más valiosas que guardo para ti, pero no me atrevo, porque no vas a pagarme con las mejores tuyas. Por eso te nombro duramente y hago alarde despiadado de osadía. Sí, te maltrato de miedo a que no comprendas mi dolor.
Quería sentarme silencioso al lado tuyo, pero no me atrevo, no se me vaya a salir el corazón por la boca. Por eso charlo, disparato y escondo mi corazón tras mis palabras. Le pego a mi pena rudamente, no vayas a pegarle tú.
Quería irme de tu lado, pero no me atrevo, no vayas a conocer mi cobardía. Por eso llevo alta mi cabeza y paso como distraído junto a ti, que con el rayo constante de tus ojos… renuevas siempre mi dolor.”
R. Tagore