Las posturas de las piernas y los pies son las más inconscientes. Controlamos los gestos faciales, pero olvidamos otros.
De pie, piernas abiertas: dominancia, poder, independencia.
Oscilaciones rápidas: deseo de fuga.
Cruce de piernas: la persona está a la defensiva. En las mujeres, más bien educacional.
Cruce de piernas y de pies, sentado: doble barrera protectora.
Sentarse en el borde de la silla: atención y expectativa, y a veces inseguridad, servilismo o subordinación.
Arrellanarse en el sitio: actitud de presunción o de prepotencia.