Para realizar cualquier actividad que conduzca a unos objetivos propuestos, resulta adecuado establecer algunos factores básicos, que se han de tener en cuenta desde que se tiene la idea de lo que se desea, creando y desarrollando un plan detallado.
En nuestra sociedad actual, hemos aprendido que la acción es la única parte de un proceso que importa de verdad, por ello habitualmente percibimos que el tiempo utilizado a hacer una planificación detallada es una pérdida, resultándonos aburrido y por ello la abandonamos.
Sin embargo una importante clave del éxito personal y profesional está en establecernos una planificación estratégica, en cuanto a nuestra misión y visión sobre lo que queremos.
Es importante en el comienzo de un plan de acción, empezar con las actividades que tengan más impacto e influencia en las claves de éxito, para que así se vaya generando una automotivación, con el logro de las mismas y nos anime a continuar por el objetivo final.
Como normalmente vivimos rodeados de gente que nos importa, y de la cual depende en alguna medida nuestros resultados, hemos de realizar una lista con las necesidades y expectativas que cada persona cercana tiene sobre nosotros y que “deseamos cumplir”. Ha de ser una lista amplia y cuidadosamente bien pensada, tanto proveniente de individuos como de grupos que tienen expectativas con respeto a nosotros.
Una variable común de esa lista, de personas con sus expectativas sobre nosotros, es el hecho de que cada una de ellas tiene una o más expectativas sobre nosotros, y que coincida con que nosotros tengamos la intención de cumplir.
En la medida de lo posible, hemos de encontrar los aspectos comunes entre las diversas necesidades y expectativas de las personas que consideramos, para así disponer de un número manejable de temas que, en esencia, contendrán todas las necesidades y expectativas deseadas por esas personas que nos importan.
Aunque pueda parecer que actuamos por los demás no es así, los objetivos son nuestros, “somos nosotros quienes decidimos”, aunque si es verdad que los tratamos de adaptar al entorno donde vivimos, y por tanto a las personas que nos importan.
En el momento de realizar un plan de acción de desarrollo se tratar de identificación los objetivos, tanto los que emocionan y se desean conseguir, como los que se sabe que se tienen que conseguir, obligaciones que hay que cumplir, como podría ser por compromisos adquiridos o por obligado cumplimiento de leyes sociales.
Somos cada uno de nosotros quienes hemos y podemos decidir qué necesidades y expectativas nos ponemos en acción para satisfacer.
Cuando somos nosotros quienes elegimos lo que vamos a hacer, en nuestro tiempo, controlaremos nuestra vida, y es una forma de dirigir nuestra vida. Si lo creemos y queremos, finalmente podremos conseguirlo.
Bases sobre las que se ha de construir un plan de acción para el desarrollo personas es el auto-conocimiento, y después de ser consciente de lo que disponemos y de los medios que tenemos, nos estableceremos nuestros objetivos, teniendo en cuenta donde están los posibles obstáculos así como las oportunidades y también diseñaremos un plan estratégico de actuación.
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Nuestras acciones hablan sobre nosotros tanto como nosotros sobre ellas.
Eliot, George.
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Es mejor encender una luz que maldecir la oscuridad.
Proverbio árabe.
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Acepta cada desafío como una oportunidad que se te presenta para transformarte a ti mismo.
Dver.
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