Escorpio, con las garras y el aguijón listos para la batalla, fue un siervo de Apolo y creado para destruir al concupiscente y vanidoso Orión, violador de doncellas y matador de bestias. Los escorpiones son arácnidos nocturnos, escurridizos y muy agresivos siendo, de acuerdo a los especimenes fósiles, una de las criaturas terrestres más antiguas. Tienen en la cola un aguijón que inyecta un veneno capaz de matar a un adulto. Cuando el escorpión se enfurece, él mismo se clava el aguijón sin quererlo y se causa la muerte a sí mismo. Scorpius era temido por Orión, pero admirado por los dioses por su fuerza, furia y grandeza.