Supersticion

Cuantas veces habrás oído esta frase: no lo cuento porque luego se gafa. Y, así en esta creencia las personas se guardan proyectos hasta no verlos debidamente cumplidos, ya que su experiencia les dice que las veces que lo han contado, así ha ocurrido. Porque entre otras cosas, dependerá de a quién le cuentes el futuro proyecto, ya que si lo haces a una o varias personas que te tienen envidia, o pesar por el bien ajeno o desean ese proyecto para ellos, o simplemente “consideran” que no te lo mereces, pueden conseguir consciente o inconscientemente que no se realice. La unión hace la fuerza en todos los sentidos, los deseos o pensamientos conjuntos tanto positivos como negativos pueden conseguir que se materialicen. No hemos llegado aún al nivel de evolución en donde con sólo mirar a los ojos sepamos las intenciones o el afecto que tienen las demás personas hacia nosotros. No es superstición no querer contar los planes por creer que no se realizan; la explicación es que sólo manteniéndolo en la mente conservamos la fuerza para conseguir nuestro propósito. Al contrario, las cosas malas tales como sueños o premoniciones negativas, sí se deben verbalizar para que así no ocurran. El conseguir que los proyectos y deseos se realicen, (siempre que te convenga), es cuestión de disciplina, de proponértelo, de canalizar tus pensamientos, de ejercer control sobre ellos. El primer paso consiste en aprender a controlar tus pensamientos, a pensar en lo que piensas. Los pensamientos se convierten en acción. Pero debes creer, debes creer como cree el niño en Papá Noel y o en los Reyes Magos. Visualiza la realización de un deseo, si está en armonía con el Bien, la Divina Providencia te ayudará a darle forma. Cree en ello, te sorprenderá el resultado, es fácil, simplemente deséalo con fe.

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