El equilibrado de chakras es fundamental en toda terapia de Reiki. Si bien es algo que puede hacerse independiente y exclusivo, también resulta muy eficaz después de haber estado trabajando con energía cualquier chakra. Así, cerraremos nuestro tratamiento de forma positiva.
Lo más importante es tener muy claro antes de nada qué es un chakra. Los chakras son los puntos o centros energéticos a través de los cuales circula nuestra energía. Cuando nuestra energía circula de forma positiva, nos sentimos felices y sanos; pero cuando nuestra energía circula por esos centro energéticos desequilibrada entonces surgen las enfermedades, el malestar emocional y la infelicidad. Hay que recordad, que generalmente las enfermedades están asociadas a los chakras que las rigen, por ello resulta indispensable conocer muy bien dónde están situados cada uno de los siete más importantes.
Como los chakras son energía y el Reiki es una terapia energética, resulta una técnica muy útil para mantener nuestros centros energéticos en buen estado, y que la energía de nuestro cuerpo circule de forma positiva. Aunque hay tratamientos específicos para cada chakra y zona del cuerpo asociada a ellos, el equilibrado nos permite solucionar ciertos problemas o desequilibrios en todos los chakras a la vez.
Con el equilibrado de chakras podremos ayudarnos a prevenir enfermedades, a recuperar el tono vital y eliminar el malestar emocional. Además, nos aporta energía y ganas de vivir. Si te animas a realizarlo todos los días comprobarás que tu mente se despeja y todo cobra mayor sentido. Por último, como toda práctica de Reiki, cuanto más se practica más energía se canaliza, permitiéndote amplificar tus cualidades sanadoras.
Después de que hayas asimilado los tres símbolos clave (recordá que para que funcionen a la perfección es imprescindible la iniciación, aunque podés practicar con ellos sin estarlo, ya también te aportarán beneficios), debés tener muy bien localizados en tu cuerpo los chakras 1º y 7º.
1. Lleva tu mano derecha a la zona de tu primer chakra (tu zona genital). Allí, realiza el primer símbolo de Reiki (CHO) con esa mano y menciona su nombre completo tres veces.
2. Después realizá en la misma zona el segundo símbolo (SEI) y mencionálo tres veces.
3. A continuación realizá el tercer símbolo (HOM) y mencionalo tres veces.
4. Una vez activados los tres símbolos en tu cuerpo, llevá tu mano izquierda a tu séptimo chakra (encima de tu cabeza) y apoya la mano en la parte superior de tu cabeza. Mantén la mano derecha dando energía al primer chakra.
5. Ahora te estás dando Reiki, así que mantené la posición durante 21 minutos. Si te resultara posible, sería muy bueno acompañar la terapia con visualizaciones positivas de limpieza. Es decir, podés imaginar que una luz blanca te limpia por dentro eliminando tus toxinas y restableciendo el flujo de energía positiva en tu cuerpo. Por supuesto, podés visualizar lo que más te guste.
6. Pasado el tiempo, deberás quitar los restos de energía de tus manos. Tenés para ello varias opciones, elegí aquellas con la que te sientas más cómodo:
- lavándote las manos con jabón.
- dando tres palmadas fuertes.
- soplando con fuerza en tus palmas de las manos.
Si decidís practicarlo todos los días, anotá en una libreta exclusiva para ello las sensaciones que vas experimentando y los cambios que van surgiendo. Así podrás comprobar por vos mismo los beneficios y prestar más atención a lo que pasa con tu energía personal.