Se piensa que lo justo es lo igual, y así es; pero no para todos, sino para los iguales. Se piensa por el contrario que lo justo es lo desigual, y así es, pero no para todos, sino para los desiguales.
El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad.
Movimiento es el paso de la potencia al acto.
Tiempo es la medida del movimiento entre dos instantes.
Si los ciudadanos practicasen entre sí la amistad, no tendrían necesidad de la justicia.
La finalidad del arte es dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas, no el copiar su apariencia.
El amigo de todo el mundo no es un amigo.
La poesía es más profunda y filosófica que la historia.
Todo acto forzoso se vuelve desagradable.
No hay que prestar atención a quienes nos aconsejan, so pretexto de que somos hombres, no pensar más que en las cosas humanas y, so pretexto de que somos mortales, renunciar a las cosas inmortales.
Que lo irracional se deja en cierto modo persuadir por la razón.
Como la vista en el cuerpo, la inteligencia en el alma.
Estimamos suficiente lo que por si solo hace deseable la vida y no necesita nada.
Sólo hay una fuerza motriz: el deseo.
El mando de muchos no es bueno; basta un solo jefe.
La virtud es una disposición voluntaria adquirida, que consiste en un término medio entre dos extremos malos, el uno por exceso y el otro por defecto.
El ser inmóvil mueve como objeto del amor, y lo que él mueve imprime el movimiento a todo lo demás.
Nuestro carácter es el resultado de nuestra conducta.
No hay que empezar siempre por la noción primera de las cosas que se estudian, sino por aquello que puede facilitar el aprendizaje.
La sabiduría es un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad.
Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.
Las ciencias tienen las raíces amargas, pero muy dulces los frutos.
Las enseñanzas orales deben acomodarse a los hábitos de los oyentes.
El hombre nada puede aprender sino en virtud de lo que sabe.
Aristóteles (384 a. C. - 322 a. C.), filósofo griego, nacido en Estagira, Macedonia (hoy Grecia).