La vida es un regalo, todo lo que tienes es un regalo sin embargo el ego te hace pensar que todo lo que tienes es tuyo. Estás continuamente buscando cosas para satisfacer tus ansias y resulta que lo que verdaderamente necesitas ya está en ti, ya lo posees.
Te identificas con el rostro que ves reflejado en el espejo, con tu cuerpo, con tus pensamientos y te olvidas de identificarte con lo que realmente eres: el SER que mora dentro de ti, que ya lo tiene todo y por el que puedes experimentar todo en este mundo físico.
El apego aparece de diferentes maneras. Te apegas a tu familia, a tus amigos, a las acciones que llevas a cabo y a lo que puedes obtener de tales acciones. Estos apegos vienen de tu identificación con el cuerpo, con el exterior. De aquí vienen todas las desdichas.
Esto es igual para todo el mundo independiente de su país, cultura, religión, raza, profesión.
El apego te lleva a experimentar amor, odio, ira, codicia, envidias, ilusión, incertidumbre, hasta el punto que pierdes tu paz y calma interior.
Vuélcate hacia tu interior y advierte la vibración del SER pulsando dentro de ti, comienza a practicar el desapego y la renuncia al sufrimiento convirtiéndote en la testigo de tu propia vida.
Y me preguntarás: ¿Cómo se hace eso?
Observa tu vida y aprende de ti, tú eres tu mejor maestra para salir del dolor del apego. Observa tus pensamientos, tus palabras, tus acciones, vive intensamente, conviértete en el testigo. Olvídate de las expectativas y llénate de motivación.
Sea lo que sea que estés haciendo, hazlo con todo tu corazón, ya pueda ser que estés fregando los platos o entregada al mayor proyecto de tu vida hazlo con entrega y corazón. Entrega los resultados a tu Sabiduría Interna y luego acéptalo sean cuales sean.
Después de una acción viene otra, después de una tarea finalizada viene otra, después de un sueño cumplido viene otro, después de una meta cumplida viene otra y esa es la vida, siempre estamos haciendo algo. Por tanto, para elevarte con cada acción practica el desapego, entra en la renuncia.
Para ello necesitas discernimiento y comprensión, mediante el desapego puedes vencer cualquier inconveniente y conseguir tus logros: renuncia a la hostilidad pero no al amor, renuncia al odio por ti misma pero no a tu grandeza humana, no renuncies a la disciplina pero si al letargo y la desidia…
Esta práctica te lleva a la transformación interior pues cuando renuncias a los esquemas mentales que te paralizan y envenenan transformas tu perspectiva de la vida, tu manera de actuar cambia, te enfocas en todo lo posible y la magia ocurre llenando tu vida de bendiciones.
Porque cuando te desapegas te enfocas en el SER y todos tus anhelos se materializan para tu bienestar.
Mercedes Mata
"La Coach de la Maestra"
www.lacoachdelamaestra.com