Todo lo que ocurre hoy en tu vida se debe a tus decisiones. Si tienes dinero, si no tienes dinero. Si tienes un título universitario o si no lo tienes. Si estas casado o estas divorciado. Si tienes hijos o no. Si tus hijos están cerca o lejos. Si tu trabajo te apasiona o no. Si has comprado bienes como una casa, un auto, o no, etc. etc. Todo esto es el resultado directo de tus propias decisiones.
Solamente el 10% de lo que te acurre corresponde a las cosas que no puedes controlar o llamadas azar. Por ejemplo el país y la familia en que naciste, tu estatura, tu sexo, si tienes o no un defecto físico, etc. Pero el 90% de lo que te ocurre sí forma parte de esas decisiones que has ido tomando desde muy niño. Si, desde muy niño. Las decisiones son a veces consientes y bien pensadas pero también pueden ser inconscientes. Por ejemplo si cuando eras niño tus maestras te dijeron que eres malo para matemáticas tú “tomaste” la decisión inconsciente de creerles y cuando adulto no optaste por una carrera profesional que exige dominar las matemáticas.
Luego a lo largo de tu vida has ido tomando decisiones de toda índole, y el fruto de esas decisiones es lo que hoy vives.
Entre esas decisiones están tus creencias. De manera consciente o inconsciente has ido adoptando todo aquello que constituyen tus creencias y se da este siclo:
TOMO DECISIONES -> TENGO MIS CREENCIAS -> DECIDO SEGÚN MIS CREENCIAS
A qué viene todo esto? Pues bien, el punto es que hoy en día si tu no estas conforme con la realidad en que estás viviendo, hay algo que puedes hacer para cambiar el rumbo de tu vida. Vamos a revisar 4 creencias (por ahora solo 4 creencias) que te atan a un estado que simplemente no te agrada y haremos recomendaciones de cómo esa creencia puede ser modificada y dar un cambio positivo en tu vida.
CREENCIA: “Estudiar una carrera universitaria, sacar buenas notas y conseguir un empleo bien remunerado”. Esta es la creencia con la que hemos crecido la mayoría de personas. Al menos ha sido y es la motivación de casi todos los estudiantes universitarios, o sino preguntémosles.
Sin embargo, la realidad es que un promedio bastante bajo de graduados de universidad están disfrutando de un empleo altamente remunerado. Y por otro lado tenemos a la gente que, o no estudió la universidad o se retiró de la misma, y hoy tiene negocios multimillonarios y tiene mucho más dinero que los graduados con honores.
PROPUESTA DE MODIFICACION DE ESTA CREENCIA: “Estudia una carrera universitaria que te apasione muchísimo y una vez graduado ponte un negocio donde apliques lo que estudiaste”. Definitivamente creo en la educación universitaria, es más, soy un convencido de que la carrera que estudies en la universidad debe ser realmente lo que te apasiona. No debe ser solamente algo que te agrada, sino algo que te apasiona. El desafío es identificar esa carrera antes de ir a matricularte.
Sin embargo, puede ser que a estas alturas de tu vida ya escogiste y quizá terminaste una carrera universitaria, pero no es lo que te apasiona. Hoy puede ser el momento de volver a analizar en tu vida que es lo que realmente te apasiona. Sin importar tu edad, ni condición. Si solamente descubres que es lo que te apasiona, puedes hacer todos los arreglos, conseguir el dinero y demás cosas que debas hacer a fin de estudiar aquella carrera universitaria que te apasiona.
Si estudiaste lo que te apasiona y aplicas aquella conocida fórmula:
SER -> HACER -> TENER
No tienes que preocuparte de tus ingresos, ellos llegarán a tu vida de manera abundante, de preferencia en un negocio propio, ya que ahí no tienes esa barrera denominada: sueldo, sino que mientras mejor hagas las cosas en tu negocio, tus ingresos serán mayores.
Para poner en los términos de nuestro artículo: toma la decisión de estudiar lo que te apasiona, no importa el tiempo ni las circunstancias, pero toma la decisión!
CREENCIA: “No soy bueno para los negocios”. Esta es la creencia de muchas personas que tienen temor de iniciar un negocio. A lo mejor esta creencia se basa en alguna mala experiencia vivida, alguno negocio fallido. O también pueden tener las personas que se han dedicado a vender algún producto y les ha ido mal (según ellos), entonces huyen de ese trabajo y claro, por regla general implica vender bienes o servicios, entonces adoptan esa creencia de ser malo para los negocios.
Los resultados en un negocio, son precisamente eso: resultados. Cuando nos apresuramos a calificarlos de buenos o malos, estamos tomando inconscientemente una decisión no acertada. No debemos catalogarlos como buenos o malos, sino simplemente deben ser eso: resultados, pero resultados que nos dejen una lección importante. ¿Qué aprendí de ese negocio que he emprendido? Si los resultados en un negocio o en una actividad comercial no se dieron como se pensó inicialmente, algo debe de cambiarse. Si nos fue bien, en cambio, debemos meditar y aprender que fue lo que produjo y sobrepasó los resultados planificados, para así aprender una lección, mejorarle y aplicarla de nuevo en un futuro negocio o actividad.
PROPUESTA DE MODIFICACION DE ESTA CREENCIA: “Voy a emprender este negocio en el que daré todo de mi”. La mayor satisfacción en un negocio emprendido es justamente el jugárselas el todo por el todo, no necesariamente los resultados. Si nos jugamos el todo por el todo en un negocio emprendido hará que: busquemos ayuda, estudiemos a profundidad sobre el tema, las inversiones realizadas deberán ser muy bien analizadas y sobre todo, no abandonar rápidamente con las primeras señales de que no nos va bien. Allí aplica la perseverancia, a fin de luchar y luchar por conseguir lo propuesto. Este es el mejor ejercicio que podemos hacer, ya que nos prepara para mayores desafíos que nos pongamos.
Sin embargo, sí va a llegar el momento de decidir si seguir o no seguir con el emprendimiento de un negocio. Esta decisión debería ser predefinida al momento de iniciar nuestro emprendimiento. Por ejemplo alguien puede escribir esto: “si en lapso de 6 meses los ingresos son iguales o menores a $ 20000, será un indicio de que no es el negocio que deseo llevar adelante”. Entonces es el momento de analizar que falló, que hicimos adecuadamente y qué no tanto. Antes de la retirada, es preciso hacer toda una lista de cosas que hemos aprendido de este emprendimiento. A lo mejor de estas ideas surgen nuevos proyectos de emprendimiento que podemos aplicar.
Recuerda: nunca nos va bien o mal en un negocio, sino simplemente obtenemos resultados.
CREENCIA: “Mi negocio está avanzando” Cuando una persona ya ha montado un negocio y está teniendo ingresos, llega a esta frase de confort que indica que el negocio está avanzando, pero la creencia se da solamente basada en que los ingresos simplemente le permiten vivir una vida relativamente buena en ingresos, pero requieren una alta presencia y participación de su parte.
La señal de que un negocio está avanzando debe ser cuando se requiere menos tiempo del dueño del negocio y aun así crecen los ingresos. Cada año, al hacer el balance debe tener incremento de las ganancias y el dueño del negocio debe tener más tiempo para su familia, esto lamentablemente no siempre ocurre.
Muchos negocios crecen en ingresos pero así mismo demandan mucho más tiempo del dueño, incrementando así sus niveles de estrés, trabajan muchas más horas de lo que exige un trabajo en relación de dependencia, dejándole poco tiempo para su familia.
PROPUESTA DE MODIFICACION DE CREENCIA: “Mi negocio crece y yo tengo más tiempo libre”. Esta debe ser la creencia o el blanco que debemos perseguir en un negocio, caso contrario es mejor buscar un empleo. Muchos hombres de negocios hoy en día tienen ingresos elevados, pero poco tiempo para su familia.
Para que esta propuesta de creencia pueda realizarse, implica que el dueño de un negocio tenga que rodearse de personas de confianza bien remuneradas a quien pueda delegar las responsabilidades críticas. Deberá aprender sobre cómo funcionan los grandes negocios y establecer mecanismos de control a fin de tener una retroalimentación real de cómo esta su negocio mientras él no está presente. Como dice Luis Eduardo Barón: los negocios grandes una vez fueron negocios pequeños que hicieron bien las cosas.
Pues toma la decisión de reorganizar tu negocio de tal forma que puedas disfrutar de más tiempo libre.
CREENCIA: “Hacer ejercicio me desagrada” A pesar de estar consientes de que el ejercicio va a ayudarnos en nuestra salud, por ejemplo a corregir los niveles de azúcar y colesterol en la sangre, a mantenernos en el peso adecuado, etc., aceptamos inconscientemente la de creencia de que el ejercicio nos desagrada. A pesar de que el médico nos ha indicado que debemos hacer ejercicio con cierta frecuencia, simplemente nos gana aquella creencia que podemos tener desde muy jóvenes, simplemente no nos agrada hacer ejercicio.
Pero porqué no nos agrada hacer ejercicio? Ahí es donde debemos hacer un análisis interno y pensar cuando hacíamos ejercicio, pero algo pasó que dejó de agradarnos. Por lo general en el colegio y la universidad teníamos la asignatura de “cultura física” o nombres parecidos. Probablemente ocurrió algo allí que dejo de agradarnos. Claro en aquel entonces los hacíamos por obligación, so pena de sacar malas notas y afectar nuestro rendimiento promedio.
PROPUESTA DE MODIFICACION DE CREENCIA: “Existe un ejercicio que me agrada hacer todos los días”. Por supuesto, no a todos nos gusta hacer cualquier ejercicio. Por ejemplo si se trata de practicar deportes, a alguien le agrada más el baloncesto que el fútbol o viceversa. Hay personas que puede caminar una hora o más en una máquina para caminar, mientras otras personas a los 5 minutos se aburre y abandonan la máquina. Existe una gran variedad de máquinas para hacer ejercicio, pero no todas nos agradan a todos.
Allí surge un nuevo desafío: descubrir un ejercicio que me agrade. Ya que si me agrada, pues lo haré todos los días de una manera divertida. A continuación vamos a dar algunas ideas de cómo identificar el ejercicio que me agrada:
Leer sobre como practicar tal o cual ejercicio. Ayuda muchísimo el enterarnos de cómo puedo realizar tal o cual ejercicio, y como me va a beneficiar a mí. Por ejemplo, una persona que necesita regular azúcar y/colesterol en la sangre va a enterarse lo bien que se va a sentir cuando haya regulado estos componentes mediante una hora de caminata diaria. Podemos leer libros que hablan sobre la mejor forma de realizar caminata, levantar pesas, realizar abdominales, bicicleta, montañismo, etc., etc. Tenemos hoy día información para todos los gustos. Cada uno de antemano, tenemos inclinación por cierto tipo de ejercicio. La recomendación es consigamos material especializado sobre esa actividad que nos interesa o podría interesarnos.
Ponerse metas a alcanzar con cierto ejercicio. Claro si a alguien el médico le dice que debe caminar una hora diaria, esa sola indicación va a parecerle “cuesta arriba”. Sin embargo, si la persona escribe números y, por seguir con el ejemplo, si la persona se pone como meta llegar a un nivel inferior a 110 en su nivel de azúcar en el plazo de 3 meses, pues, va a empezar a trabajar con esa cifra en mente. La idea es imaginarnos haciendo cierto ejercicio o actividad física y alcanzando ciertos logros importantes, eso va a hacer que nos acabe entusiasmando esa idea de ejercicio y empecemos a ponerlo en práctica.
Empiece de a poco hasta llegar bien lejos. Una buena práctica que puede ayudarle a llegar muy lejos en entrenamiento físico es la de empezar y avanzar de a poco. Con el ejemplo de la caminata, la recomendación es empezar con solo un minuto diario adicional. Primer día: solo un minuto, segundo día dos minutos, hasta que en el día 60 (dos meses) habremos llegado a establecer esa hora de caminata requerida por el médico. Si Ud. se propone levantar pesas, la recomendación es empezar durante una semana series con 5 kilogramos, la segunda con 10, la tercera 15 y así puede ir sumando y puede imaginar lo lejos que va a llegar. Y para que llegue a agradarle el ejercicio escogido impóngase cada vez nuevas metas o marcas, y va a ver como las va superando. Empezar de a poco hace que nos guste cada día más el ejercicio elegido.
Tenga un grupo de apoyo. Comparta sus metas en el ejercicio que ha escogido y que siente interés. Si asiste a un gimnasio trate de ir con alguien más o únase a algún grupo ya existente, allí podrá compartir sus ansiedades y también sus avances. Tendrá el apoyo de ellos y será apoyo de otros. Si va a realizar solo en casa, puede aprovechar su grupo de amigos de Facebook a quienes cada día les va a ir comentando cuantos minutos de caminata realizó hoy. Al realizar su ejercicio escogido puede combinar también con otras actividades que le agrade, por ejemplo caminar escuchando música o audio libros, es decir hacerlo entretenido.
Bien, hemos analizado cuatro creencias que posiblemente nos atan a ciertas circunstancias que vivimos pero que no las queremos más en nuestra vida. Lo importante es que analicemos esas creencias y consideremos que existen otras opciones. Si es necesario consultemos a especialistas en el tema y de seguro nos van a mostrar ciertos cambios de creencias que debemos realizar primero antes de cambiar nuestro comportamiento.
Te has identificado con algunas de estas creencias?
http://superacionpersonaldiaria.wordpress.com/2011/05/