Amar, es un mundo misterioso donde caben
todas las palabras sin lógicas juntas;
es el latido de unos sueños poseídos
por un corazón palpitante de emociones,
es la llama que nunca deja de alumbrar
en aquellas almas que son capaz de sentirlo.
Amar, significa el caudal de lluvia fresca
que resbala por las laderas de un cuerpo
en ardiente espera de alguien que calme
las ansias de apagar el susurro en la brisa
de un mar arrogante y severo.
Amar, es el vuelo de aves que remontan
el cielo de unos sueños delirantes en busca
de suspiro que desvanezcan el viento en tus oídos
como música celestial de un halito profundo;
es lo buscado y lo encontrado a la vez,
es sentir sin tocar el ser amado cuando no está.
Amar, es un paisaje de aroma de una senda perpetua,
es un roce de unos labios ávidos de caricias
buscando un espacio en la parte inmaculada de unos besos;
amor, es un caminar sin regreso, es una escalera que nos
lleva al cielo, es un suspiro de sentimientos encontrados
de un corazón ardiente e ilusionado,
es enfrentar el miedo a lo desconocido y abandonarlo,
es buscar el sonido del viento en un desierto estéril.
Amor es la palabra que nos hace vivir en un mundo conjurado,
son caricias de unos brazos que desfallecen en lo imposible,
es exorcizarse el mal y el bien en un mismo espacio,
amar, es perdonar los agravios de un ser despiadado y
seguir sintiendo sentimientos puros y doblegarse al desconsuelo.
Así es el verdadero amor.