Algo que por lo general define al amor de lejos sin necesariamente resultar verdadero, son los malos augurios. Qué si amor de lejos es de mensos, qué si amor de lejos felices los cuatro, en fin, se dice y se dice, pero la realidad de esto sólo la conoce quien la experimenta en carne propia.
En lo personal no creo que la distancia defina el éxito o fracaso de una relación, aunque sí pienso que quienes se aventuran a tenerla separados por mares o kilómetros son sin duda personas que se atreven a algo distinto. La distancia no necesariamente es un factor que promueva la fidelidad, lealtad o solidaridad entre las personas, hay relaciones en las que la convivencia es en la casa e incluso en la oficina y aún así hay infidelidad, o problemas que escapan a la voluntad de los relacionados.
En todos lados de cuecen habas como dicen.
Las relaciones de cualquier tipo deben estar fundadas por un compromiso tácito, en donde los involucrados toman la elección de estar con el corazón independientemente de los arreglos o acuerdos, límites o reglas que se establezcan para poder ser. Querer estar es mucho más fuerte que el tener que estar o estar a fuerza.
De por sí, mantener una relación ya contiene cierto grado de dificultad, las relaciones a distancia me parece que tienen algunos riesgos que se dan por las condiciones de la misma, sin embargo en las relaciones normales también los hay. Como ejemplo, el enfriamiento sexual, se da en todo tipo de relación, e independientemente de donde vivan los involucrados, es necesario hacer uso de la imaginación e innovación para mantener esa parte fundamental funcionando debidamente. Ciertamente, cuando no hay contacto físico, uno tiene que echar mano de otros recursos que pueden resultar también muy efectivos y que desde luego harán que los encuentros, cuando los haya, sean mucho más “efusivos”.
Razones para vivir o estar lejos de la persona a quien se quiere hay muchas, cuestiones de trabajo, geografía, necesidades personales, sin embargo cuando el amor permanece y existe la voluntad de estar cerca aunque se esté lejos, los augurios no tienen por qué ser negativos. Lejos o cerca hay ventajas y desventajas y no hay nadie que pueda juzgar o predecir el éxito de la relación más que el día a día y desde luego el interés de las personas involucradas.
Escrito por: Regina Kuri