La palabra “soñar”

La palabra “soñar” generalmente se asocia a una idea romántica y lejana, pero la verdad es que también puedes llenar tu vida normal y diaria de sueños prácticos para vivir días más inspiradores.
Por ejemplo, puedes soñar que tu compañero de trabajo y tú se llevan de maravillas, se apoyan mutuamente en las juntas y que comparten ideas para facilitar el trabajo. Cuando tienes un sueño, éste llama a la acción. Sin un sueño, el pensamiento dirige el asunto y terminas reaccionando en vez de produciendo. Por ejemplo: si el sueño rige tu mente, pasarías por la oficina de tu compañero a ver cómo está. Si el pensamiento rige tu mente, pensarías “él nunca pasa a ver cómo estoy, ¿por qué debería pasar yo?”.
Tenemos poder para diseñar todos los aspectos de nuestras vidas a través de los sueños. ¡Nuestro trabajo es ser soñadores regulares y habilidosos! ¿Cómo lograrlo? Preguntándote qué quieres de verdad, y luego escuchando en silencio la respuesta. ¿Qué te hace orgulloso, qué te llena de alegría, aun cuando se trate de trabajo? Soñar significa identificar quién eres realmente y qué quieres en tu vida, y luego bajar esa visión en la práctica diaria para ser esa persona.

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