Un día me dieron a elegir entre una vida perfecta o tres consejos, y como a mi me gusta luchar por lo que quiero elegí los tres consejos.
El primero fue que viviera el día a día, como si el mundo se acabara al cerrar mis ojos.
El segundo fue que cuidase de mis amigos como ellos lo hacen de mi porque mi vida rotaria en sus ejes.
El tercero fue que nunca hiciese caso de miradas ni palabras que pudiesen dañar mi relación.
Yo hice caso de estos tres consejos de una forma especial:
Cada día cuando me levanto doy gracias por tu existencia lucho para que no me olvides, y te defiendo cada segundo que pasa, porque tu consigues sacar una sonrisa cuando estoy triste, secas mis lagrimas cuando lloro …
No me importa estar lejos o cerca de ti, porque tu siempre vas cerca de mi en mis recuerdos y en mi corazón.