Hace unas semanas atrás me resultó bastante conocida una frase de un escritor alemán, Hermann Hesse, que decía “cuando se teme a alguien es porque a ése alguien, le hemos concedido poder sobre nosotros”. Cuánta razón tenía!!!, una frase de comienzos de siglo pasado y que vigencia tiene hoy en día.
Seguramente al leer la frase, tu mente la habrá asociado con alguna persona que le temes o te genera sensaciones no agradables, pero esto va mucho más allá de una o varias personas que tengan este encuadre en tu vida. Es cierto que le concedemos demasiado poder a algunas personas sobre nosotros, que nos anulan en muchas situaciones de nuestra vida, pero ¿quién les ha dado ese poder? , pues….uno mismo.
Lo potente de esa frase es que no lo llevo únicamente al poder que le damos a ciertas personas, sino que también se lo damos a muchos aspectos que pasamos por inadvertido, con lo cual vamos a ellos.
El primero es nuestro ego, le damos más poder del que imaginamos, porque nos gobierna en todas las situaciones, borra de un plumazo cualquier atisbo de nuestra ESENCIA, nos tiene sometidos con sus mensajes de protagonismo mal empleado para meternos en desgastes innecesarios, además de rodearnos de fantasmas que no existen, si se le has dado mucho poder tienes un grave problema.
Otro al que le damos mucho poder es a nuestros saboteadores, les dejamos que gobierne nuestra vida mediante los mensajes seductores que emite para que nos quedemos en la zona de confort, no crecer, no desarrollarnos, ser mediocres y miedosos, provocando que vivamos desde la baja autoestima.
También concedemos mucho poder a los hábitos tóxicos y caducos, como cambiarlos y poner en práctica los saludables cuesta trabajo y hace falta mucho compromiso, al primer traspié la mayoría los abandona y vuelven al dominio de lo malo conocido, a estos se le da mucho poder, más del que tu piensas.
Demasiado poder se le da a los pensamientos derrotistas, perdedores y negativos, nos invaden y la mayoría no trabaja en combatirlos, se dejan avasallar ante ellos, para convertirse en víctimas en vez que en protagonistas de sus vidas, recuerda que ¡lo que pensamos es lo que creamos!.
Como verás estimado lector, concedemos mucho poder a varios actores además de personas físicas, tenemos miedo a varios agentes que nos manipulan con ciertos mensajes dañinos para nuestra ESENCIA, y es ahí donde comenzamos a perder nuestra libertad para entregársela al miedo.
Cuando sales de tu ESENCIA, pierdes conocimiento del valor que tienes, de tu potencial como ser humano, comienzas a perder el poder de tu vida, otorgándoselo a agentes externos, que al cabo del tiempo dominarán tu vida, estarás a su merced, con lo cual vivirás a expensas de lo que ellos hagan contigo.
Por eso antes de echar culpas a quienes te dominan, piensa y reflexiona que poder has otorgado para que eso sea así. Una vez hecho esto, deberás trabajar para recuperar tu poder interno y luego deberás salir al exterior para quitárselo a aquellas personas que se lo has otorgado, pero desde tu autenticidad, aunque eso moleste.
Muchas veces entregamos el poder a los demás inconscientemente por querer quedar bien o mostrarnos políticamente correcto, pero has visto a dónde conduce eso, a perder las riendas de tu vida. Mostrar tu autenticidad no significa pelear, discutir mal o faltar el respeto, es simplemente mostrar sinceridad y no falsedad.
Finalmente decirte que a muchos de los que le das poder dicen creer en la libertad, pero cuando alguien hace algo diferente a lo que ellos piensan, se enfadan. ¿No te parece que si amarían a la libertad respetarían cualquier opinión o formas de ver las cosas sin condenarlas?.
Ten mucho cuidado a quién le otorgas poder sobre tu vida, porque esto puede convertirse en una arma letal sobre tu ESENCIA.
http://gerant05.wordpress.com/