Mirar a la frente y al pelo. La mejor manera de conectar no es realmente "hacer contacto con los ojos", sino más bien mirar su pelo o la frente. Es como si hicieras contacto con los ojos.
No escanear el entorno con la mirada perdida. Cuando se habla con alguien, no es necesario que él o ella participen en un "concurso de miradas", lo que no debe hacerse es mirar de forma errática por la sala o en el entorno mientras hablas con esa persona.
Si estás despistado correponde con la mirada al ritmo de tu interlocutor /a. Esto es, imitar al orador en el nivel y la intensidad de contacto con los ojos. Si tienes problemas con "la cantidad y el tipo de contacto visual" que hay que dar a alguien, este es un gran truco.
Parpadear. Hay que tener cuidado con el parpadeo, tanto por la frecuencia como por la amplitud. Si ella (o él) parpadea con más frecuencia, esto es indicativo de ansiedad o malestar: mala señal. Si su parpadeo es más lento, significa que está a gusto y relajado, por lo que se está en una buena posición para conectar contigo.
Refleja sus ojos en los tuyos. Presta atención a sus cejas y a la mímica de las emociones. Responde con tus ojos a las sorpresas, a la alegría, la tristeza, al dolor.. cuando esa persona describe una historia o experiencia…
Sonreir. Una mirada, un buen "contacto con los ojos" debe complementarse con una auténtica y sincera sonrisa. Con una sonrisa agradable, nunca molestará tu mirada a nadie. Sin embargo, no esté siempre sonriendo, porque ello sólo te hará parecer inseguro, sonrie sólo en los momentos claves.
El tamaño de las pupilas. El tamaño de las pupilas es muy importante en la mirada. Si se dilatan es un signo seguro de que la llama de la atracción está funcionado. Si permanecen o se hacen pequeñas no es un buen signo.
Practicar. El contacto con los ojos es una cosa difícil de dominar, y puede ser aún más difícil si no se cuenta con cierta practica. Antes de aplicar, practica y cónvencete que estarás a gusto y cómodo siguiendo estas recomendaciones que en todo caso deberás a apdaptar a tu forma de ser y a tu personalidad.