La NASA alerto acerca de una posible tormenta solar devastadora en 2013. Según sus estimaciones, el plasma solar dañaría gravemente los sistemas de comunicaciones (televisión e Internet) y energía, y sus efectos serían 20 veces más intensos que los del huracán Katrina.
Durante el lanzamiento del Observatorio de Dinámica Solar de la NASA en febrero del 2010, investigadores del Rutherford Appleton Laboratory, de Oxfordshire (Inglaterra) habían alertado sobre los efectos de los vientos solares durante los Juegos Olímpicos en 2012.
Ahora, los expertos de la agencia espacial están preocupados por el peligro que puede suponer para la Tierra la explosión de una única y gran tormenta espacial, generada a más de 150 millones de kilómetros de distancia, sobre la superficie del Sol. “Creo que estamos en una nueva era en la que el clima espacial puede llegar a ser tan influyente en nuestra vida cotidiana como el clima terrestre común”, ha afirmado Richard Fisher, jefe de la División Heliofísica de la NASA. “El Sol está despertando de un profundo sueño y en los próximos años esperamos ver niveles mucho más altos de actividad solar. Al mismo tiempo, nuestra sociedad tecnológica ha desarrollado una sensibilidad sin precedentes a las tormentas solares”, expuso el especialista.
Por eso investigadores, legisladores y políticos norteamericanos se reunierón en el Foro de Clion para perfeccionar el enfoque en la protección de infraestructuras críticas. El objetivo final es mejorar la capacidad del ser humano para prepararse, mitigar y responder a fenómenos meteorológicos del espacio potencialmente devastadores. La NASA cree que gran parte del daño puede ser mitigado si se conoce con la mayor exactitud posible la llegada de una tormenta, con acciones que, por ejemplo, protejan los satélites o desconecten los transformadores
Las sondas como STEREO, ACE o SDO proporcionan información actualizada al minuto sobre lo que está sucediendo en el Sol, lo que permite monitorear y analizar las erupciones solares permanentemente.
Fuente : muyinteresante