El hombre necesita hallar respuestas para las grandes interrogantes cosmológicas de su existencia, si el hombre rechaza la revelación de las Escrituras tendrá que encontrar respuestas en otra parte, fuera de la palabra de Dios…
Desde el principio de la creación Dios ha dado testimonio de sí mismo (Hechos 14:17; Génesis 1:1-31). Por el uso de la razón el hombre puede identificar la existencia de un Creador Supremo (Romanos 1:19-20) pues aun cuando no “vemos” a Dios, se hacen claramente visibles ante nuestros ojos “su eterno poder y deidad” por medio de su creación. La creación revela el poder de Dios.
La creación apunta a un Creador, el diseño de la creación a un Diseñador. El efecto de las cosas hechas apunta definitivamente a una Causa Primera, que necesariamente debe ser mayor que el efecto: Jehová Dios (Éxodo 20:11). La vida no proviene de la nada, solo la vida produce vida, y la vida como la conocemos es producto de un Dios Eterno y Personal quien es Superior a la materia que Él mismo ha creado y quien sustenta todas las cosas con su poder (Hebreos 1:3; Juan 1:1).
Muchos niegan la existencia de Dios como el Eterno Soberano, y han creado su propia religión de “búsqueda” y “servicio” en pos de alguna forma de vida alienígena-superior que habite en algún lugar del vasto universo. Algunos, dando por cierto la evolución orgánica y el origen de la vida desde la materia inerte (generación espontánea) miran esperanzados al cielo para “avistar” algún extraterrestre que ilumine y de sentido a sus vidas…
En el pasado los antiguos explicaban los fenómenos naturales conforme a un panteón de dioses diversos, la idolatría era el lente mediante el cual se interpretaba la vida humana. Hoy en día, los Ufólogos levantan los ojos al cielo esperando alcanzar el “contacto” con inteligencias “extraterrestres” supuestamente de las cuales hemos evolucionado en esta tierra… Hay un paralelo impresionante entre la idolatría de la antigüedad y la creencia en los extraterrestres hoy en día, la expectativa de los “creyentes” de ambos grupos es comparativamente similar en varios aspectos…
Por décadas se ha especulado la llegada a la tierra de “platillos voladores” y “enanitos verdes” de otros mundos…
Argumenta Ken Ham en el artículo “¿Eran los nephilim extraterrestres?”:
“En 1900, la Academia Francesa de Ciencia ofreció un premio de 100,000 francos para la primera persona que hiciera contacto con una civilización extraterrestre—siempre y cuando el extraterrestre no fuera de Marte, ¡porque la Academia estaba convencida de que la civilización Marciana era un hecho establecido!
Desde entonces, ni una huella de 'pequeños hombres verdes', o algún tipo de vida, ha sido encontrado en los planetas que nuestras sondas espaciales han podido explorar…”
Pero nótese que la existencia de los “extraterrestres” (antes llamados “pequeños hombres verdes” y también “marcianos”) no responde a las grandes preguntas del hombre, porque si el hombre proviene de los extraterrestres: ¿Los extraterrestres de dónde provienen? Al fin, siempre es razonablemente necesaria la existencia de Dios para que exista la vida. ¿Qué esperanza ofrece la Ufología al hombre? ¡Ninguna esperanza! La Ufología y la filosofía evolucionista hacen del hombre un animal, sin moral, sin propósito y sin un destino más alto que la vida misma.
Comenta Kyle Butt en: “La Visión de Ezequiel: ¿Un OVNI Extraterrestre?”: “Lo vi con mis propios ojos”, el granjero explicó con entusiasmo al reportero. “Mientras que alimentaba a los pollos, un objeto grande, en forma de un plato, flotaba encima de mi casa. Una luz resplandeciente brillaba a través de mi granero, y antes que supiera lo que estaba pasando, vi que mi mejor vaca lechera, Beatriz, fue atraída a la nave a través del aire. En segundos, la nave desapareció con Beatriz. ¡No sé por qué esos extraterrestres querían a mi mejor vaca!...
¿Le suena este escenario familiar? Se han reportado cientos de observaciones de ovnis, historias de secuestros extraterrestres y supuestas comunicaciones con formas de vida extraterrestre por todo el mundo. De todas estas reclamaciones extravagantes, no se ha mostrado ni una pizca de evidencia legítima. Sin embargo, a pesar de la falta de evidencia, la fascinación humana por los extraterrestres, ovnis y vida extraterrestre parece que ha crecido año tras año...”
En fin, impresiona mucho la cantidad de especulaciones respecto a alienígenas en platillos voladores, pero lo que más llama la atención es la disposición de la gente en creer en tales cosas. Sin jamás presentarse evidencia, la fe en “hombrecitos” del espacio exterior es un “salto al vacío” sin base sólida de credibilidad.
El propósito de las estrellas
Las estrellas en el vasto universo no fueron creadas para que otras formas de vida las habitaran sino para que alumbraran sobre la tierra (Génesis 1:14-19) y para predicarle al hombre un “sermón” (Salmo 19:1-2). Al fin, entendemos que las estrellas fueron creadas para la humanidad, para nosotros, y no para una raza de “enanitos verdes” en algún otro lugar del espacio sideral. Siempre vemos en la Biblia que Dios ha centrado su atención sobre el planeta Tierra.
Suponiendo que existieran los antes llamados “marcianos”; nótese que las vastas distancias, hacen imposible la llegada de estos seres a nuestro planeta, como sigue argumentando Ken Ham:
"La estrella más cercana a la Tierra, Próxima Centauri está a 40.7 miles de millones de kilómetros (c. 25 miles de millones de millas) de distancia. Al Apolo le tomó tres días llegar a la luna. A la misma velocidad, uno necesitaría 870,000 años para llegar a la estrella más cercana... A la velocidad increíble de una décima de la velocidad de la luz, el viaje todavía nos tomaría 43 años. Sin embargo, uno necesitaría grandes cantidades de energía para tal aceleración... Además, en cada kilómetro cúbico de espacio, se calculan 100,000 partículas de polvo (formadas por silicatos e hielo) que pesan sólo la décima parte de un gramo. A tal velocidad, chocar siquiera con uno de estos pequeños objetos destruiría una nave espacial".
La experiencia nos demuestra que la gente que no tiene fe en la Biblia, pero tiene tendencia religiosa, es particularmente susceptible a creer que existen los seres alienígenas. La Ufología es de alguna manera una religión.
El origen de la vida
La vida no se genera espontáneamente, esto es imposible. La materia no produce la vida, los agentes químicos no poseen la inteligencia para constituirse por su propia cuenta en seres vivos. Los científicos evolucionistas nunca podrán generar vida en un laboratorio de materiales inertes. Tal vez este sea el motivo por el cual algunos especulan que los extraterrestres nos crearon, siendo nosotros el resultado de una inteligencia alienígena… Otros dicen que si la vida evolucionó acá en la Tierra también pudo evolucionar en otros lugares del espacio sideral, al fin y al cabo, la especulación de la Ufología halla su fuerza en la filosofía evolucionista moderna:
"A pesar de esto, un gran número de astrónomos piensa que, puesto que la vida evolucionó aquí en la Tierra, tuvo que haber evolucionado cerca de cualquiera de las estrellas allá afuera. Los investigadores de SETI (Search for Extra Terrestrial Intelligence- Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre) alrededor del mundo han escaneado el cielo, buscando señales de seres inteligentes en vano… A pesar de todo lo que han escuchado, miles de frecuencias durante muchos años, no se ha escuchado nada que indique vida inteligente extraterrestre" (Kem Ham, Ibíd.)
Una mirada inconsecuente
Casi al final de su artículo, Ken Ram expone:
“Muchos OVNI-entusiastas esparcen el mito urbano de los experimentos del Gobierno de los EE.UU. con alienígenas, etc.—una idea reafirmada con películas como Independence Day (Día de la Independencia). Sin embargo, ¿Acaso tiene sentido un encubrimiento cuando, bajo la inspiración de ateos como el fallecido Carl Sagan, el gobierno de los Estados Unidos ha gastado millones de dólares escuchando por señales de vida extraterrestre inteligente “allá afuera”? Muchos otros humanistas evolucionistas, como Sagan, creen apasionadamente que la vida ha evolucionado “allá afuera” aparte de aquí en la Tierra, y se precipitarían sobre cualquier evidencia fuerte acerca de esta idea. Considere el frenesí reciente de los medios sobre el fiasco de la “vida en la roca de Marte”. El imaginar que un descubrimiento mucho más emocionante que este haya sido guardado por décadas parece poco creíble”.
El ADN contiene el código más complejo que se haya conocido, un sistema informático perfecto y maravilloso ¿Cómo la evolución puede explicar semejante diseño de perfección e inteligencia? La evolución involucra el azar, pero el azar no podría nunca jamás producir el ADN. Sólo Dios lo puede hacer (Hechos 17:26).
La inconsecuencia de los evolucionistas ufólogos consiste en mirar el código genético y decir “es el azar” y luego querer recibir algún código del espacio sideral y decir “esto es producto de una inteligencia superior”
¿Por qué un “código” es producto del azar y otro es el producto de una inteligencia?
El hombre quiere huir de su responsabilidad moral, pero le resulta peor, en vez de hallar respuestas solo encuentra incertidumbre y desesperanza. En cambio Cristo dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28) “…yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10)
Josué Hernández
http://www.ciudadpc.com/2012/05/extraterrestres-o-quizas-algo-mas.html