¿Qué soy yo? ¿Qué es el yo? ¿Qué es ser? Existen tres misteriosos caminos: explorando en el misterio de la naturaleza para encontrarme a mi mismo; encontrándome a mi mismo en el misterio de mi naturaleza; y unirme a ambas naturalezas como único camino.
Nebraval Nevel (" La historia de mi vacío")
Los tiempos han cambiado, hemos vivido en un contexto más de la realidad, de tantos posibles. Hemos entrado casi sin darnos cuenta en una era que nos invita a renovarnos. El conocimiento ya no es facto ni monopolio de unos pocos. Internet ha revolucionado el mapa humano recordándonos que no estamos tan solos y cuan solos estamos. Hoy cualquier persona puede convertirse en esclavo pasivo de las circunstancias o en explorador activo de su existencia. Por eso tenemos la oportunidad de cambiar las cosas, de evitar que el mundo se vuelva psicótico con tanta farsa moral y con tanto blanqueo de conciencias. No podemos esperar mucho de la floritura alternativa, ni de los mismos de siempre, ni del progreso contra natura.
Hoy, por fin podemos disfrutar de una ciencia despierta que nos habla sin tapujos de la conciencia y el autoconocimiento. De una filosofía de vida en la que la naturaleza y lo humano no son reinos separados. Ya no hay distancias entre la mente y el cuerpo, o entre la materia y la energía. Tras el descubrimiento del universo que encerraban las partículas y el ADN nos hemos encontrado con el misterio que no esperábamos. El misticismo y la ciencia por fin confluyen en que la espiritualidad es la ciencia de la consciencia. Ya no hay secretos archivados: el reloj cartesiano se desploma del campanario; la cueva de Platón tiene ventanas; y Sartre está dexistencializado. Hoy tenemos la oportunidad de desprendernos del programa obsoleto que nos insertó el dualismo de antaño, de sanarnos y de reprogramarnos libre e independientemente, como individuos netamente sanos.
Hoy sabemos que no hay diferencia de razas, ni de latitud, ni de credo, ni de clase, ni de escala, ni de edad, ni de casta, ni de sexo. El conocimiento está abierto y por fin empezamos a afrontar con la humildad y la responsabilidad necesarias que el futuro del mundo depende ahora y hoy de nosotros. Podemos respetarnos a nosotros mismos, respetarnos unos a otros y respetar el paraíso potencial en que coexistimos
Hoy es el momento, el lugar y la oportunidad de Encuentro.
J.R Tato Peña