Si tú te encuentras enamorado de una persona que no está enamorada de ti… no te reproches a ti mismo. No hay nada de malo contigo, sino que el amor no eligió descansar en el corazón de la otra persona.
Si encuentras a alguien que esta enamorado de ti, y tú no lo amas, siéntete honrado de que el amor vino y tocó a su puerta, pero dulcemente rechaza el regalo que no puedes devolver.
Si tú te enamoras de alguien, y esta persona se enamora de ti también, y el amor elige irse, no intentes reclamarlo o culparlo. Déjalo ir. Hay una razón y un significado. Tú lo sabrás a su tiempo.
Recuerda que tú no eliges al amor. EL AMOR TE ELIGE A TI. Todo lo que puedes hacer realmente es aceptarlo, por todo su misterio, cuando entra a tu vida. Siente como él te llena hasta derramarse, y entonces encuentra la manera de compartirlo.
Dalo a la persona que lo hizo nacer en tu vida.
Dalo a otros que sean pobres de espíritu.
Dalo al rededor del mundo en todas las formas que puedas.
Es entonces que muchos que aman cometen un error, porque habiendo estado mucho tiempo sin amar, ellos entienden el amor como únicamente una necesidad.
Ellos ven sus corazones como un lugar vacío que necesita ser llenado con el amor, y ellos empiezan a ver el amor como si fuera algo que fluye para ellos en lugar de fluir desde ellos.
Acuérdate de eso, y manténlo en tu corazón: el amor tiene su propio tiempo, sus propias estaciones, y sus propias razones para ir y venir.
Tú no lo puedes sobornar, coaccionar, motivar o insistir para que se quede. Tú solo puedes abrazarlo cuando él llega, y compartirlo con los otros cuando el venga hasta ti.
Pero si él elige dejar tu corazón, o el corazón de aquél a quien tu amas, no hay nada que puedas hacer, y no hay nada que debas hacer.
El amor es y siempre será un misterio. Alégrate de que él haya entrado a tu vida en algún momento. Si mantienes tu corazón abierto, él vendrá de nuevo a ti.