Nemesis CO-CREADOR@
Desde : 09/01/2009 He aportado : 24878
| Tema: Cómo crear relaciones sanas y duraderas Miér Sep 19 2012, 21:33 | |
| El propósito final de una relación es convertirte en la persona más amorosa que puedes ser. -Robert Holden Como seres humanos amamos tener amigos y seres queridos cerca. Somos parte de una comunidad –un grupo de gente- y necesitamos comunicarnos si queremos ser aceptados y respetados por las demás personas en nuestro grupo. Tan pronto como nacemos empezamos a crear relaciones. Nos relacionamos con nuestros padres y miembros de la familia todos los días. Cuando crecemos establecemos nuevas relaciones con amigos y maestros en la escuela, con otras gentes en nuestra comunidad, con personas en el trabajo y en cada grupo al que decidamos pertenecer. Estamos en este mundo para ser felices, para crear felicidad dentro y fuera de nosotros. Las relaciones son una parte muy importante de la felicidad. Tus relaciones son lo que te ayuda a crecer y convertirte en la persona que quieres ser. Cada relación tiene un propósito y es tu responsabilidad encontrarlo, y así crear buenas relaciones y enriquecer tu vida. Por lo general el propósito es un regalo o un xxxxxx. Podría ser un regalo de compañía, un regalo de amor incondicional, un regalo de perdón, un regalo de romance; o un regalo de ideas, de risas y más. Si no sabemos cómo comunicar nuestros pensamientos, sentimientos y emociones, es probable que estemos creando relaciones dañinas y creando infelicidad. La buena comunicación no solo incluye el hablar y el escuchar, implica otras cosas como qué comunicar, enviar el mensaje correcto, la interpretación del mensaje, interferencias en el proceso de comunicación y otras. Dependiendo de cómo comunicamos el mensaje o cómo nos expresamos, así será la relación que crearemos. Podemos crear buenas relaciones si aprendemos cómo comunicarnos y expresarnos. He aquí cómo hacerlo: -Ámate y acéptate completamente. Tus palabras y acciones reflejan lo que eres. Si no estás feliz contigo mismo expresarás tu insatisfacción y frustración a los demás. La base de cualquier relación es el amor y el respeto, y si tú no te amas y respetas a ti mismo no puedes dar amor y respeto a los demás. Si estás feliz contigo puedes hacer felices a los que te rodean. -Deja ir tu pasado y sana tu vida. Si estás cargando sentimientos y emociones insanos de relaciones pasadas, es probable que puedas arrastrarlos a las nuevas relaciones. Es muy importante perdonarte a ti mismo (y a los demás) y dejar ir tus relaciones pasadas antes de empezar una nueva, especialmente una relación amorosa. El pasado ya se fue y no podemos hacer nada para cambiarlo, pero si no lo dejamos ir nuestras experiencias pasadas están controlando nuestro ahora y arruinando nuestra vida. -Se responsable. Ser responsable con tu vida significa tomar el control de las cosas que puedes y dejar ir las que no puedes controlar. Puedes cambiarte a ti mismo pero no a otras personas. Empieza cambiando la forma de ver y sentir (juzgar) a esa persona y tu relación con él cambiará. -Escucha más y habla menos. Escuchar significa poner atención reflexiva con una mente y corazón abiertos. Cuando estás escuchando mantén el contacto visual, toma en cuenta el lenguaje corporal y trata de escuchar el mensaje oculto. No interrumpas a la otra persona cuando esté hablando. Cuando termine de hablar la otra persona haz preguntas para aclarar las dudas. La gente ama sentirse entendido. Cuando escuchas y entiendes lo que la otra gente quiere decir ellos están más dispuestos a escucharte. -Usa las palabras correctas. Las palabras son la forma más fácil para mejorar o para destruir una vida. Cuando discutes o estás a la defensiva no puedes estar consciente de lo que estás diciendo o de cómo tus palabras pueden ofender o lastimar a la otra persona. Las personas pueden olvidar las palabras, pero normalmente ellos recuerdan el sentimiento que tus palabras pudieron haber provocado en ellos. Explica cómo te hace sentir una situación; di: “Me siento preocupada cuando llegas tarde”, en vez de decir: “Siempre arruinas todo cuando llegas tarde”. Esto ayuda a la otra persona a entender tus sentimientos en vez de reaccionar o atacar. -No tomes las cosas personales. Lo que la otra gente piense o diga sobre ti no es importante si tú no lo crees. Cuando te sientes ofendido por las acciones o comentarios de otras personas es porque tus creencias armonizan con lo que ellos dicen o hacen. No es lo que ellos hacen o dicen, es como tú te sientes y piensas sobre eso. Lo que la gente hace o dice es para su beneficio; ellos hablan o actúan pensando en sí mismo, no en ti. -Muestra tu interés en la persona. Cuando las otras personas sienten que estás realmente interesado en conocerlos, compartirán sus sentimientos contigo. Enfócate en saber cómo se sienten, qué piensan, qué esperan de ti, qué puede hacerlos felices o infelices. Mientras más conozcas de otra persona mejor puede ser la relación. -Habla de lo que hay en tu corazón. Abre tu corazón y habla sobre cómo te sientes y qué quieres de la relación. Di la verdad sin importar que tan incómodo sea. Hazte ésta pregunta: ¿Qué es lo que quiero de él o ella que no me ha dado? ¡Pide lo que quieres! Si no pides serás infeliz y te arriesgas a una relación fracasada. Y si pides, tienes la oportunidad de conseguir un SI y tener una maravillosa relación. Lo peor que puede pasar es que te digan que NO, pero ese ya lo tenías. -Da lo que quieres recibir. Lo que das es lo que recibes. Si quieres tener amor de otra persona, da amor; si quieres tener apoyo de otra gente, apóyalos tú primero; si quieres ser una parte importante en la vida de ellos, muéstrales que son importantes para ti. Piensa en lo que estás dando a la relación ¿estás dando lo que quieres recibir? -Busca soluciones. Enfócate en la solución en vez de en el problema. Si estás tratando de resolver un problema, enfocándote en el problema lo harás más grande y puedes terminar sintiéndote frustrado y enojado. Dedícate a trabajar en una solución junto a la otra persona. Escribe las ideas que los dos tengan y trabajen en las mejores. Si empiezas a molestarte, toma un descanso y regresa cuando te sientas mejor. Se honesto contigo mismo en cómo te sientes. Piensas mejor cuando te sientes bien. Si te encuentras en una relación conflictiva o peligrosa, ¡pide ayuda! No hay nada de malo en pedir ayuda. Habla con tu familia o amigos y déjales saber que necesitas ayuda. Si no te sientes bien hablando con tu familia, considera la asesoría en tu iglesia o programa social. Siempre hay ayuda cuando la pides. Lo peor que puedes hacer es sufrir en silencio y no hablar. No olvides que toda relación es única. Compartes y aprendes cosas diferentes de cada relación. La buena comunicación mejora nuestras relaciones, y tú creces y evolucionas a través de tus relaciones. Nos necesitamos unos a otros para ser felices. La alegría de una relación se encuentra en el amor incondicional, en aceptar a las personas como son, en apoyarse uno al otro, en mostrar apreciación y en estar presente realmente para la otra persona. Recuerda también que nadie puede hacerte feliz, pero todos pueden animarte a serlo. http://www.brainywoman.com/es/index.php?option=com_lyftenbloggie&view=lyftenbloggie&category=0&Itemid=175&limitstart=40 | |
|