Por Josefina Edelstein
Practicar meditación es lograr paz interior, al poner la mente en un estado de conciencia sin pensamiento. Es el momento de liberación de preocupaciones, de la conexión entre mente y cuerpo sutil, de gozar exclusivamente de estar centrado en el presente, sin más. Para alcanzar este estado se requiere práctica y paciencia, porque no es sencillo frenar la cabeza y ni lograr que toda nuestra humanidad perciba la energía que nos atraviesa.
Esa energía, llamada “Kundalini” por varias filosofías orientales, se halla en el hueso sacro donde está el primero de los siete chakras o centros energéticos del cuerpo.
El grupo Sahaja Yoga, enseña un método para despertar la Kundalini y sentirla sobre la cabeza, con las palmas de la mano, en una sensación que se describe como una brisa o vibración. Ése es el momento de la realización del ser, cuando logra sumergirse en su interior, en equilibrio con la energía que nos recorre entre el lado izquierdo y derecho de la columna vertebral.
Cuando uno está en equilibrio meditando, está en el presente y se encuentra con uno mismo. Entonces, toda la satisfacción está dentro de uno, no hace falta buscarla afuera”, explica Federico López, coordinador de Sahaja Yoga en Córdoba.
Para quien nunca meditó, es difícil imaginar cómo es ese punto en que la mente se aquieta. Daniel Valfré, el otro coordinador de la agrupación, admite que es complicado describirlo con palabras, pero en su opinión, lo más parecido sería: “cuando uno nota que la mente se va mientras mira un campo verde o el cielo”.
Tres pasos
Osho, otro maestro de la meditación, autor de varios libros, indica que cualquiera sea la técnica a aplicar, existen tres pasos básicos: relajarse sin intentar controlar la mente, observar lo que pasa y no juzgar.
La relajación se va practicando con la respiración, algo fundamental en casi todos los métodos. De alguna manera, la mente comienza a reposar cuando uno se concentra en la respiración y esa oxigenación va transmitiendo energía y armonía a todo el cuerpo.
Hasta aprender a meditar solo, seguramente será necesario ir a un centro donde lo guíen. En muchos casos, le sugerirán que se focalice en una imagen que le guste o, simplemente, lo ayudarán a recorrer cada parte de su cuerpo para que se vaya distendiendo, hasta llegar a la mente para despojarla de todo pensamiento.
En el recorrido de la meditación, cada persona tiene su propio proceso, no hay que pelear con la mente ni forzarla a nada, dice Osho.
El punto de partida, será un espacio con alfombra, música hindú, sahumerios y un rincón para dejar el calzado. Sobre almohadones, se sentará con las piernas cruzadas, las manos apoyadas a la altura de las rodillas y las palmas hacia arriba. La inspiración profunda marca el comienzo de un posible camino a la paz interior.
Consejos para principiantes
Para meditar, es conveniente que sigas algunos pautas que te ayudarán a centrarte en tu interior.
- Disponé de 30 a 60 minutos.
- Elegí un lugar tranquilo, fresco y con luz tenue.
- Ponete ropa cómoda y sacate los zapatos.
- La postura es muy importante para olvidarte de tu cuerpo. Si no podés sentarte con la piernas cruzadas, ubicate como más te guste.
- Inspirá profundo y exhalá el aire despacio
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